Autorizan el derribo de una casa en La Rúa para una vivienda sobre restos del anfiteatro romano de León

Preparativos para las obras del edificio de la calle La Rúa 27 en el Casco Histórico de León.

Carlos J. Domínguez

La céntrica calle La Rúa, en pleno Casco Histórico de León, contará con un nueva nueva vivienda. Pero no será un proyecto al uso: por un lado, esta obra y este nuevo negocio proyectado vendrá precedido del derribo de todo un edificio de viviendas que lleva años sin habitantes, pero estará condicionado por la obligatoriedad de mantener la fachada, que está protegida por sus características de arquitectura popular.

Y por otro lado, se considera más que posible que entre las dos parcelas que ocupa el inmueble “se presume que se puede encontrar el anillo exterior del anfiteatro castrense de la Legio VII Gémina”, es decir, del primigenio campamento romano de la hoy capital leonesa. Teniendo en cuenta que la licencia otorgada en principio por el Ayuntamiento de León permite, además del derribo y el posterior proyecto de construcción, la excavación de una planta baja más de carácter subterráneo, donde podrían aparecer los restos romanos, el proyecto se antoja sensible y complicado.

La concesión final de la licencia urbanística de derribo por parte del equipo de Gobierno se produjo el pasado viernes, en la última sesión de la Junta de Gobierno municipal. Y sin demora, este mismo jueves han comenzado ya los trabajos preparatorios para vallar perimetralmente toda la zona de obras y comenzar los primeros trabajos, que habrán de ser, lógicamente, excavaciones arqueológicas en busca de esos posibles restos del antiteatro de la Legio romana.

Un sótano que no será garaje, dice el promotor

El lugar permanecerá un largo tiempo vallado, con alguna afección a la calle La Rúa, justo junto a un supermercado, en el número 37, frente a lo que hasta hace poco fue un conocido bazar chino. En un primer momento, las fuentes oficiales consultadas aseguraron a este medio que el uso final de esta vivienda tras la restauración sería para alojamiento turístico, si bien el promotor asegura que será de uso unifamiliar y así se ha solicitado al Ayuntamiento. Según afirma el mismo, la planta inferior que se prevé excavar no sería para uso de garaje (que se prevé a ras de calle) sino para una especie de bodega que podría convivir con los restos arqueológicos en el caso de que aparezcan y haya que mantenerlos a la vista.

El proyecto está impulsado por una empresa, Bramasole Troscana, y en el acuerdo de concesión de la licencia por parte del Consistorio se advierte que se otorga sobre el proyecto básico de “reconstrucción” del edificio, pero advierte que como incluye “obras de afección al subsuelo, se deberá solicitar la oportuna licencia para la excavación arqueológica”, incluyendo entonces el proyecto de excavación redactado por un arqueólogo.

La posible aparición de valiosos restos de hace unos 2.000 años en lo que fuera el segundo asentamiento militar de Roma en la actual ciudad fue indicado por la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León cuando hace más de un mes, el 19 de marzo, autorizó el proyecto de demolición del edificio, matizando también que habrá de volver a evaluarse cuando se conozca el resultado final de la intervención arqueológica en la parcela que ocupa el actual edificio. Una intervención a la que también se daba el visto bueno en esa misma sesión a Liébana Arquitectos, representantes de la compañía que promueve la obra.

En todo caso, la Junta recuerda que inmueble de la calle La Rúa 37 tiene asignado un grado de protección catalogado como IV-A dentro del Plan Especial de Ordenación, Mejora y Protección de la Ciudad Antigua de León, por lo que “se le atribuye un valor arquitectónico ambiental de arquitectura popular” que obliga al mantenimiento de la fachada, cubiertas y elementos visibles al exterior.

Dos cercanos antecedentes

No muy lejos de aquí, también en La Rúa, cumple más de un año una polémica por permitir el Ayuntamiento de León derribar otras tres fachadas que se debían mantener por su grado de protección, en aquel caso por su proximidad al Camino de Santiago a su paso por la capital, aduciendo que había peligro de desprendimientos. La constructora se encontraba iniciando las labores para ejecutar 30 viviendas, 71 plazas de garaje, trasteros y un amplio local comercial entre La Rúa y la plaza de San Marcelo. La Junta de Castilla y León abrió expediente por la infracción tanto al Consistorio como a la empresa constructora, que se saldó con una sanción de 2.400 euros al Ayuntamiento y 10.000 a la compañía, y además con posibilidad de recurso.

Igualmente, persiste aún otra polémica por una reciente licencia de construcción de alojamientos turísticos cerca de la Catedral, en lo que era el antiguo restaurante Luisón, que después de ser otorgada levantó tal revuelto que la oposición se conjuró para forzar al equipo de Gobierno a dar marcha atrás, lo que obligará a realizar una expropiación. De este modo, no sólo se compromete el proyecto iniciado ya incluso también con excavaciones y derribo del viejo inmueble, sino además con el posible pago de alguna indemnización de la empresa promotora.

En este otro edificio que ahora afrontará las obras de derribo y arqueológicas, lo cierto es que al haber estado tantos años en desuso ya presentaba numerosos desperfectos, aunque no se sabe si estructurales o de elementos de la fachada, que incluso habían obligado a una reciente intervención de los Bomberos de León en uno de los últimos temporales de viento que azotó la capital.

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