Investigadores de la Universidad de León desarrollan nuevos fertilizantes del proyecto europeo B-Ferst

Grupo de Investigación de Ingeniería Química Ambiental y Bioprocesos de la Universidad de León.

El grupo de Ingeniería Química, Ambiental y Bioprocesos de la Universidad de León participa en el proyecto europeo B-FERST, en el que es responsable del proceso tecnológico industrial de los nuevos productos y de las pruebas de desarrollo agronómico de dicha iniciativa, que persigue promover la sostenibilidad a través de la mejora en la relación entre la industria y la agricultura con el desarrollo de nuevos fertilizantes.

En dicho proyecto, el grupo de la ULE se ocupa de las tareas de desarrollo industrial, pruebas agronómicas y gestión y dirige la Oficina de Proyecto, para lo que cuenta con una financiación de 892.000 euros de un presupuesto global cercano a los diez millones de euros, en lo que también se incluye la construcción y puesta en marcha de las plantas de producción de nuevos productos a nivel de planta de demostración industrial.

El proyecto se realiza en el marco del Programa Europeo de Innovación 'Horizonte 2020' financiado por la UE y Bio Based Industries Joint Undertaking y tiene como misión desarrollar una nueva tecnología capaz de integrar recursos primarios de bajo coste a partir de residuos de origen 'bio' para la producción de nuevos fertilizantes y el desarrollo de nuevos bioestimulantes para su mejora.

Además, coordinado por la empresa Fertiberia, cuenta con la participación activa de once empresas, que son FCC Aqualia, FCC-Medioambiente, Agrisat, Incro, de España, Novamont (Italia), Fkur Kunstsoff (Alemania), Vito (Bélgica), AG Futura Technologies (Macedonia), Arcadia (Bélgica), Instytut Uprawy Nawozenia i Gleboznawstwa (Polonia) y Fondazione iCons (Italia).

Desde el grupo de Ingeniería Química, Ambiental y Bioprocesos de la ULE explican que la industria de los fertilizantes “tiene como misión proveer nutrientes a los cultivos agrícolas”, para lo que “y en los últimos años los esfuerzos en I+D+i se centran en la utilización de fuentes renovables para este fin”, a lo que se suma otro factor importante consiste en “dosificar los nutrientes minerales que necesitan los cultivos, adaptando la dosis a las necesidades de cada situación”.

En este contexto, la simbiosis entre los sectores industrial y agrícola desempeña “un papel esencial en la estrategia de gestión sostenible”. Para este objetivo el proyecto europeo B-FERST considera tres prioridades, como son el uso sostenible y más eficiente de los recursos, la búsqueda de una logística rentable y la mejora de la calidad de los suelos.

El proyecto B-Ferst integra las tecnologías más avanzadas para el desarrollo de producto y el manejo de la fertilización y sus resultados se evaluarán y validarán en cuatro zonas agroclimáticas diferentes, mediante ensayos de campo en plantas de demostración en los cinco países que participan, es decir, España, Italia, Francia, Polonia y Ucrania. Asimismo, también se contempla la validación de la tecnología de imágenes satelitales para monitorear los experimentos en los campos.

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