El PP mantiene como candidatos en la provincia de León a iconos de la nostalgia franquista

La alcaldesa de Cubillas de Rueda, Agustina Álvarez, y el dictador Francisco Franco.

C.J. Domínguez

Entre los primeros nombres que ha comenzado a dar a conocer el Partido Popular de León llama la atención el hecho de que esta formación en la provincia dé un claro espaldarazo, y una renovada confianza pública, a algunos actuales regidores que han sumado en los últimos meses y algunas polémicas por su clara inclinación ideológica a favor de Francisco Franco, de su régimen y de la represiva dictadura que protagonizó tras el golpe de Estado de 1936.

Entre la lista de los primeros 58 nombres de candidatos y candidatas aprobados a comienzos de esta semana, figura por ejemplo el de la actual alcaldesa de Cubillas de Rueda, Agustina Álvarez Llamazares, que ya suma 27 años al frente de este Consistorio y con el visto bueno de su partido encabezará nuevamente el cartel electoral para otros cuatro años más.

Álvarez saltó a la 'fama' nacional a finales del pasado año al airear la Fundación Francisco Franco la carta remitida por la regidora en la que ofrecía el cementerio de esta localidad leonesa para albergar los restos mortales del dictador si finalmente el Gobierno de Pedro Sánchez cumplía su compromiso de que dejen de reposar en el Valle de los Caídos.

Entre los argumentos que la alcaldesa puso por escrito de manera oficial y en nombre de su Ayuntamiento, a pesar de que jamás se aprobara esta propuesta en el Pleno, como sería preceptivo, es que “esta zona fue muy conocida en vida por Francisco Franco”, en alusión a la afición a la pesca del dictador y sus viajes a León en el río Esla o cacerías en Riaño y los Picos de Europa. “Tenemos un bonito cementerio municipal, nuevo y muy cuidado en una zona tranquila de la provincia de León, un lugar idóneo de descanso para reposar su osario”, añadía.

Ante el revuelo por la publicación de esta noticia a nivel nacional, el PP leonés que preside Juan Martínez Majo, a través de una nota de prensa, reaccionó para asegurar que su alcaldesa “es libre” para hacer este tipo de propuestas, tratando de desmarcarse asegurando que se trataba de una “decisión autónoma” de la alcaldesa, aunque “al margen de los órganos del partido”.

El dinero público para un monumento a un represor

Pero no ha sido el único caso. En esa misma lista de las primeras candidaturas oficiales para las elecciones municipales de mayo de 2019 figura también Emilio Orejas, el alcalde de Valdelugueros, actual diputado provincial y expresidente de esta institución, antecesor del propio Martínez Majo.

Bajo el mandato de Orejas en la anterior legislatura, siendo por lo tanto diputado provincial, en un paraje de este municipio de la montaña leonesa se gastaron 6.000 euros públicos en la restauración de un monumento franquista erigido en la Guerra Civil española, dedicado a un falangista foráneo al municipio encargado de asesinar a quienes simpatizaban con el lado republicano. Un hecho que le valió la denuncia de la oposición y de las asociaciones de la Memoria Histórica.

El arreglo del monumento fue sufragado en parte por el Instituto Leones de Cultura (ILC), organismo dependiente de la propia Diputación, dentro del Plan de Restauración del Patrimonio Etnográfico, que tiene como fin la restauración de bienes culturales exclusivamente tradicionales de la provincia leonesa, a pesar de que era nulo el valor patrimonial de este monumento que, además, incumple la Ley de la Memoria Histórica en vigor.

Aún resuena el eco de los “huesos” de Ester Muñoz

Recientemente saltó al ámbito nacional con fuerza otra polémica protagonizada por otra política del PP, la senadora por León Ester Muñoz, duramente criticada cuando en el Senado intervino para criticar que el proyecto finalmente fallido de Presupuestos Generales del Estado destinara una partida de 15 millones de euros que la parlamentaria indicó que se destinaban “para que ustedes desentierren unos huesos”.

Sus palabras fueron entendidas generalizadamente como un desprecio a las decenas de miles de personas aún desaparecidas, 'paseadas' y tiradas en cunetas y otros espacios anónimos por el Franquismo como parte de la represión tras la Guerra Civil, se calcula que unas 3.000 de ellas sólo en la provincia leonesa. Una lectura que ella negó después, insistiendo en que se refería a los “huesos” de Franco en su mausoleo del Valle de los Caídos.

También en este caso, el líder provincial del PP, Juan Martínez Majo, salió en defensa de Muñoz, coincidiendo con ella en que se la había “malinterpretado”.

El presidente que barrió todo símbolo de la represión

Y sin embargo, el propio Majo como presidente de la Diputación leonesa, será reconocido como el único que tomó la decisión de barrer toda memoria del Franquismo de esta institución provincial, aprobando un cumplimiento total y definitivo de la Ley de Memoria Histórica, retirando al dictador la Medalla de la Provincia que iLeon.com desveló en exclusiva que aún mantenía Franco, junto a su distinción como Hijo Adoptivo y como presidente honorario de la institución.

Con aquella maniobra, Martínez Majo también retiraba los honores institucionales a Falange, a la Sección Femenina, a Carrero Blanco y las 10.000 Medallas al Combatiente, adoptando incluso el criterio de poder actuar de oficio la Diputación leonesa si cualquier ciudadano o partido localiza más distinciones ilegales de este tipo con la Ley de Memoria Histórica en la mano.

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