El carbón autóctono ante el enésimo asalto por su futuro, ahora en manos del PSOE

Teresa Ribera, prometiendo su cargo de ministra para la Transición Ecológica

Antonio Vega

El fin de Mariano Rajoy en el Gobierno de España pone punto y final al equipo que desde el año 2012 ajustició al carbón nacional a un final acelerado, y con ello provocando efectos económicos adversos en las cuencas mineras, especialmente las leonesas. Un más que recomendable paseo por Laciana, Ponferrada o La Robla pueden ser indicativos sobrados de su impacto en la economía local.

En aquel ya lejano 2012 fueron los recortes impuestos por la mayoría absoluta del Partido Popular los que lanzaron un espeso tonelaje sobre el futuro del carbón nacional, al reducir a la nada el Plan del Carbón, tanto en ayudas para el funcionamiento de las empresas como inversiones de reconversión en las cuencas mineras. Esos recortes provocaron la tercera Marcha Negra de la democracia, que partió de Villablino hacia Madrid con un gran recibimiento en la capital del Estado a su finalización en la Plaza de Sol. Una gran movilización que, sin embargo, se saldó con un sonoro fracaso ya que Rajoy y su gobierno no se movieron un ápice de su postura.

La firma de un 'Plan del Carbón 2013-2018' por los sindicatos y el Gobierno del PP resultó ser en realidad una mera fotografía y una enorme cortina de humo debido a los constantes incumplimentos del Ejecutivo central, al que poco le han importado las críticas recibidas a tenor del resultado final. La última mina de interior de León llegó a cerrar en el 2017 aunque ha tenido idas y venidas que no han remontado su funcionamiento.

El devenir de los años siguientes y el mantenimiento de las políticas reduccionistas han provocado que en la actualidad el carbón haya prácticamente desaparecido de la economía de León, con apenas 349 cotizantes en el régimen especial del carbón en la Seguridad Social. A finales de 2012 eran un millar más.

Las intenciones de Ribera

La nueva ministra del gobierno socialista 'para la Transición Energética', Teresa Ribera, asume las competencias en su novedosa cartera las de energía y las de medio ambiente. En su presentación ha aludido a la Agenda 2030 de la ONU como un elmento que “debe marcar la agenda de los próximos años” ya que tiene claro que “el planeta es finito y no puede contemplar un abuso de sus recursos de manera infinita”. Y el cambio climático es una de las claves por ser una de las grandes amenazas mundiales para la estabilidad, la paz y la igualdad, como señalan distintos organismos internaciones en sus informes.

El carbón como fuente energética es uno de los 'enemigos' declarados del cambio climático, al acusarle de ser responsable de buena parte de la contaminación, como recordó una polémica campaña retirada por Endesa. Ribera ha abogado por “crear prosperidad dentro de los límites ambientales del planeta, sin olvidar los elementos de equidad y de impacto social”.

La clave del futuro del carbón autóctono es si habrá ayudas para priorizar su compra frente al de importación, como ya hizo Zapatero

Y modular ese impacto social es lo que defienden desde el PSOE de León, que la transición energética que se plantee priorice las personas, en palabras del secretario provincial Javier Alfonso Cendón, “un cambio ordenado, una transición ordenada pero poniendo delante a los ciudadanos”.

Recordemos que cuando Pedro Sánchez vino a León para recuperar el poder en el PSOE y mantuvo una reunión con alcaldes mineros recordando que había firmado en su momento un documento de compromiso por el futuro del sector. Y lo hizo atacando a parte de los suyos recordando la gestión de Rajoy con la minería, “aquellos que defienden la abstención a Mariano Rajoy, que son los que han hecho lo peor posible para acabar con el carbón, no defienden a la minería”.

Ayudas al carbón

La Unión Europea plantea en sus planes un horizonte sin carbón, aunque contempla que en esa transición las ayudas para la centrales de carbón puedan pervivir hasta el 2025 o 2030. Y ante la pretensión de las eléctricas de un cierre de las térmicas, Gas Natural la de Anllares del Sil, Iberdrola las dos que le quedan y Endesa las que consumen carbón nacional, entre ellas la de Cubillos del Sil, permanece en el aire las autorizaciones y condiciones de esos cierres.

El Gobierno saliente, vía el ministro Álvaro Nadal, intentó condicionar los cierres de las térmicas a condiciones de mercado electrico, como seguridad de suministro o afección al precio. Pero Competencia cuestionó el modelo pensado por el Gobierno calificando algunas cuestiones como 'ilegales' y el PP se comprometió a su tramitación, previas correcciones, en el Congreso para su aprobación. Hasta finales de mayo el decreto no se había presentado y según fuentes consultadas por ileon.com es probable que decaiga ya que esta materia es asunto del nuevo Gobierno.

La reducción del carbón como fuente energética es una variable incuestionable sobre la mesa, pero la clave para el sector nacional está en que si es necesario su uso durante un tiempo tasado al menos que el mineral sea de producción autóctona, una postura defendida por grupos como Unidos Podemos. Y lo que decida sobre esta cuestión el nuevo Gobierno del PSOE será lo que marque si tiene un futuro la minería nacional, aunque sea corto, o ya no tienen ninguno. Con las consecuencias económicas y sociales que conlleva.

El Gobierno de Zapatero aprobó en el año 2010 un mecanismo de subvención de compra de carbón nacional, para garantizar la reserva estratégica del carbón como soporte del modelo energético. Pero Europa condicionó esas ayudas hasta el año 2014 y a un mecanismo de reducción del sector, y a la devolución de las mismas recibidas por las empresas que siguieran funcionando a partir del 2018.

El PSOE vuelve a la casilla del penúltimo año de un gobierno socialista en el poder en esta materia, pero con un sector privado prácticamente desaparecido y con unas cuencas mineras que han sufrido un descenso acelerado de su economía y población.

Además de la situación del sector energético está por ver los planes del nuevo Gobierno con el proyecto estrella de la época de Zapatero para superar el carbón, la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden), con una investigación potente sobre captura y almacenamiento de CO2. Este proyecto fue recortado y languidecido bajo los gobiernos del PP, que llegaron a anunciar su disolución formal, y habrá que conocer si se retoma y en qué condiciones, como piden los socialistas locales. Proyectos de este tipo pueden encajar en el modelo de 'transición ecológica' que diseñe la nueva responable ministerial.

El carbón leonés vuelve a vivir su enésimo momento clave, pero con una gran diferencia de hace seis años, ahora ya no es casi nadie económica y socialmente.

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