Por qué en el incendio de la Catedral de León no se derrumbó la bóveda y en Notre-Dame sí

El incendio de 1966 en León. Fotografía de César Andrés Delgado / Archivo del Cabildo Catedralicio (ICAL)

Jesús María López de Uribe

Es prácticamente imposible que un leonés de más de cincuenta años no pensara inmediatamente en el incendio de la Catedral de León al ver las imágenes del tremendo incendio en Notre-Dame. El 29 de mayo de 1966, un rayo produjo un fuego similar que arrasó su techumbre de madera y todos recuerdan el 'milagro' de que no se hundiera el ya de por sí endeble templo mayor de la ciudad.

Sin embargo, las bóvedas de Notre-Dame no aguantaron. En las fotografías se ha podido ver cómo una de las laterales al crucero, en la nave central, se derrumbó por completo, y la propia bóveda de la unión central mostraba daños por la caída de la famosa 'Flecha', el pináculo que la coronaba.

El devastador incendio de París recordó inmediatamente a todos los leoneses que hacía medio siglo que se podría haber perdido una de las joyas arquitectónicas mundiales del gótico y una de la mayor colección de vidrieras medievales del planeta, que la mayoría de los vivos hoy no habrían podido contemplar su espectacular golpe de luz a su entrada.

Mientras todo el mundo observaba alarmado en las redes sociales cómo las llamas consumían la techumbre de Nuestra Señora de París —junto a la Torre Eiffel el mayor icono turístico de Francia—, del pavoroso incendio de la 'Pulchra Leonina' sólo quedan algunas fotografías, hemerotecas de periódicos de papel, y entradas en viejos blogs anonimos que explican cómo se detuvieron las llamas. Tal fue el acierto, que terminó abriendo seis días después con el susto en el cuerpo de todos los leoneses que habían hecho una cadena humana para sacar todo lo posible de dentro de la misma, incluido todo el archivo.

Y se libró de la destrucción porque no se usó prácticamente agua y se dejaron consumir las brasas de la estructura de madera, que había sido reconstruida durante el medio siglo en que estuvo en obras desde que fue declarada el primer monumento nacional en 1844 por el inminente peligro de derrumbe que corría una estructura ya muy maltratada por el terremoto de Lisboa de 1755 y por una cúpula que era, según el experto César García Álvarez como haber puesto “una cazuela sobre un castillo de naipes” encima del crucero.

El cantero Andrés Seoane, conocedor de la estructura arquitectónica y los materiales con la que se construyó y reconstruyó, advirtió rápidamente a los bomberos de León y venidos de Valladolid, Palencia, Asturias, Santander y otras provincias limítrofes que no la usaran para apagar las llamas, sino para evitar que se extendieran.

Diferencias entre la 'Pulchra' y Notre-Dame

La diferencia entre el templo legionense y el parisino, del que sí resultaron dañadas al menos dos bóvedas cayendo los rescoldos al interior que los bomberos pudieron controlar, estriba en que sobre el crucero de la francesa se erguía la 'flecha' (un pináculo de madera y plomo que sustituyó al anterior instalado por Viollet-le-Duc en la gran restauración del siglo XIX) y que éste, al caer sobre la fábrica de piedra, pudo ser la causa de su fatídico hundimiento.

Los restauradores de la Catedral de León habían retirado en el siglo XIX la cúpula añadida sobre el crucero que daba tantos problemas de estabilidad que de haber continuado allí, y más con un incendio, la hubiera derribado como un castillo de naipes. “Aunque no hubiera llegado la Catedral a 1966 si hubiera seguido allí”, señala García Álvarez.

Los tejados de los templos están dispuestos para proteger las bóvedas de las humedades. En los de los templos góticos resguardan las de crucería: un sistema de arcos que se cruzan desvíado el peso de la parte superior a las columnas y, de éstas, sale a unos contrafuertes mediante los arbotantes. El mayor temor de los parisinos era que las bóvedas se hundieran y, aparte de destruir las joyas del interior del templo, afectara a todo el sutil entramado y desplomaran las torres y gran parte de los muros. Lo que al final no ocurrió.

Demasiada agua para apagar el fuego desplomaría las bóvedas

“Para que las bóvedas de una catedral gótica, tan compleja en sus contrarrestos arquitectónicos de equilibrio, se sostengan se usa una piedra porosa, llamada toba, para que pese menos. Si se le echa agua en demasiada cantidad coge peso y la aparente solución se convierte en un problema mayor; el incendio de León de 1966 fue un ejemplo de ello, al evitar Seoane que se utilizara más agua y dejar que se extinguieran los rescoldos”, explica la catedrática de Patrimonio Histórico y Documental de Historia del Arte en la Universidad de León María Victoria Herráez Ortega. La piedra toba es similar a la pómez en textura y peso ligero; aunque de origen distinto, ya que la primera es calcárea y la segunda volcánica.

Esto explicaría lo inadecuado del tuit del presidente Donald Trump preguntándose si se podrían enviar medios aéreos para lanzar agua sobre el tejado ardiente de Notre-Dame. No sólo habría aumentado el peso de la piedra al acumular el líquido por su porosidad, provocando el fallo estructural, sino que lo más probable es que el impacto de toneladas de líquido habría provocado muchos derrumbes de inmediato.

“Estoy segura de que los expertos en catedrales góticas franceses han tenido en cuenta esta circunstancia, porque el sistema de construcción de las mismas es un complejo entramado de contrarrestos y equilibrios”, indicó Herráez Ortega, una de las mayores expertas de España en este tema, ya que su tesis versó sobre la misma Catedral de León.

León, joya del gótico mundial al estilo Chartres y Reims

La Catedral de León es una de las joyas del gótico mundial, pequeña pero hermosa, por ello la llaman la 'Pulchra Leonina' (que en latín significa la 'bella leonesa'), levantada a imagen de las francesas de Chartres y Reims. En principio del siglo XIII y sustituta de dos anteriores —una 'mozárabe de la que no se sabe casi nada y otra románica— fue casi completamente desmontada y restaurada durante el siglo XIX, por correr peligro de derrumbe y tener una espectacular característica: parece no tener muros que la sostengan.

La colección de vitrales que muestra su interior deja maravillados a los visitantes, que también la conocen por la Catedral de la Luz. Pero a la vez deja espantado a cualquier arquitecto, ya que se da cuenta de que es complicadísimo sostenerla.

Incluso Gaudí, cuando realizaba las obras de la Casa Botines a primeros del siglo XX en León, la estudió maravillado a fondo, llegando a la conclusión de que el gótico erraba a la hora de usar contrafuertes y que su solución del arco parabólico era mejor: por eso no los tiene la Sagrada Familia. Sin embargo no se puede decir que no le impactara profundamente. En una de sus visitas algo le ocurrió, y, tras pasar una grave enfermedad, pasó de ser un dandi a casi un eremita o un asceta ultrarreligioso.

“Una supermodelo del gótico en la UVI”

Sin embargo, la pesadilla no es ya sólo para los constructores por el delicadísimo equilibrio que debe mantener la Seo legionense, “sino porque está situada sobre un terreno acuoso con muchos problemas y varias edificaciones anteriores y una cimentación muy deficiente que sigue moviéndose”, según explica el profesor de la Universidad de León César García Álvarez, autor del libro 'El Laberinto del Alma' sobre la misma. “Es un hito del equilibrio estructural, porque es uno de los edificios góticos con mayor superficie de vitral y eso se paga”, apuntó.

Así, de esta manera, el incendio de 1966 complicó la situación, sesenta años después de ser desmontada y vuelta a montar. Más aún con la instalación de un armazón de hierro para sustituir al de madera en el techo, con lo que los pesos planteados según la técnica del 'recreador' del gótico en el siglo XIX —el arquitecto Eugene Viollet-le-Duc que también reconstruyó ampliamente Notre-Dame en aquella época— volvieron a dar problemas años después.

Por ello fue necesario abrir en el año 92 una campaña popular para recaudar fondos para una nueva restauración llamada 'Salvemos la Catedral' porque el apoyo de las administraciones públicas siempre ha sido muy escaso. Muy inferior al de la Catedral de Burgos, que sí es Patrimonio de la Humanidad mientras que la de León no; pese al impresionante golpe de luz que experimenta el visitante al entrar en su interior, algo único en el mundo.

Es sintomático que la restauración del rosetón principal de la fachada de la Catedral de León, ahora mismo en proceso, vaya a costarmedio millón de euros. Y que este dinero haya sido aportado por una de las familias de la famosa Cervecería Modelo de México (la de Coronita), mediante la Fundación CEPA.

Y eso después de que se hayan ido cayendo varias gárgolas de la fachada a lo largo de últimos años años. Los leoneses, que ya hacen la chanza de que “está tan mal que hasta las gárgolas se suicidan tirándose al suelo” creen que la Junta de Castilla y León y el Estado han abandonado a su suerte a su monumento más emblemático.

“Las catedrales son como un ser vivo, y en el caso de la de León es como un enfermo crónico. La 'Pulchra Leonina' necesita siempre cuidados permanentes”, explica García Álvarez, que indica también que “Notre-Dame ya ha pasado por varios ataques de sus propios vecinos, tanto en el siglo XV en la Edad Media, como en la Revolución Francesa, en la Comuna de París en la que prendieron fuego a sus bancos unos y la salvaron otros; y en la Primera Guerra Mundial cuyos bombardeos dañaron tambén las bóvedas”.

La historia de las restauraciones de Notre-Dame es amplia y no es novedosa. Ésta será otra más, aunque ya tiene cientos de millones donados para ello por parte de multitud de ricos y famosos, las promesas del Gobierno de Macron y las decenas de miles de pequeñas aportaciones de miles de personas no sólo en Francia, sino todo el mundo.

“La Catedral de París es un icono del Gótico inicial que pasa a clásico y al final, en menor medida al radiante, y es una de las grandes muestras de esa arquitectura al igual que la leonesa, Chartres, Reims y Amiens, y será restaurada como lo ha sido tantas veces; mientras, la Catedral de León, una maravilla simbólica sin parangón en el planeta, sigue como una 'supermodelo' en la UVI”, terminó.

Es lo que tiene el cine y la tele. La famosa gana y la pobre pero bella, a tener paciencia a ver si le sale un novio decente.

___Nota a pie de artículo: El NO-DO (Noticiario Documental) número 1-222 del día de junio de 1966 abría sus informaciones con el incendio de la cubierta de la 'Pulchra Leonina' como se puede ver aquí abajo.

NOT N 1222 C

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