Leoneses brillantes en deportes extraños: cara a cara con el curling

Edu de Paz Curling

M.C.

Por supuesto que en el mundo del deporte, como en la vida misma, no sólo la intención cuenta, pero hace mucho. Si la actitud positiva de un deportista, además de con ganas, se complementa con esfuerzo, ilusión y trabajo, los objetivos están casi alcanzados. Al menos los que tienen que ver con la superación personal, con la estima propia del jugador en cuestión.

Edu de Paz no sólo es un chico apasionado de su deporte, sino valiente porque, ¿cómo se afronta una disciplina prácticamente desconocida a tu alrededor?. Este leonés ha hecho del curling una forma de vida, que además de haberle hecho ascender hasta lo más alto del podio, también le convierte en un joven responsable y decidido, que está consiguiendo todo lo que se propone.

Quizás no todo el mundo sabe que el curling es...

“El curling es un deporte que se juega sobre hielo, en el que hay unas dianas pintadas en el suelo, una a cada lado de la pista. El objetivo de cada equipo es dejar el mayor número de piedras de su color cerca del centro de la diana, y a la vez conseguir el menor conjunto de las del equipo rival en la propia diana”, explica Edu. “El juego del curling se basa en fijar una estrategia, plantearla y desarrollarla para conseguir, al final de las entradas, tener el mayor número de piedras en tu casa”, añade el deportista.

De padres a hijos, forjando un Campeón de España

Se trata de un deporte que se juega sobre hielo, y quizás algo de lo que más llama la atención es que aquí en León no hay instalaciones. Entonces, ¿como acaba un leonés jugando profesionalmente hasta convertirse en Campeón de España?

Todo empezó por sus padres, grandes aficionados que tras descubrir la disciplina, sin dudarlo, se apuntaron a un cursillo de iniciación en San Sebastián, en 2002. “Se fueron a probarlo e hicieron amistad con varios jugadores españoles. Les gustó y empezaron a viajar en busca de competiciones dentro y fuera de España”, explica el joven leonés. Y tal fue su entusiasmo que no sólo formaron el León Curling, que llegó a ser uno de los clubs más numerosos de España, sino que lograron transmitir a su hijo esta pasión por un deporte casi desconocido en la provincia leonesa.

Edu admite que empezó jugando por hobby, pero sus grandes aptitudes pronto hicieron que despuntase en la Selección Española Junior, y ahí fue donde despegó su carrera. “Empecé a viajar y a subir el nivel, que es lo que ocurre cuando empiezas a jugar con deportistas internacionales que entrenan a diario. Con los Junior, en mi penúltimo año, conseguimos la plata en el Campeonato de Europa Junior, en 2015”, recuerda el estudiante de Ingeniería Informática en la Universidad de León.

Cuando acabó la etapa Junior, Edu entró a formar parte de un equipo compuesto por los cuatro mejores jugadores de España. “Queríamos hacer un equipo más competitivo a nivel internacional. Somos cuatro personas que dedicamos muchísimo tiempo al curling, durante la temporada de septiembre a noviembre para preparar el Campeonato de Europa viajamos prácticamente todos los fines de semana a Suiza, Escocia o Dinamarca. Cada uno de nosotros vuela desde un aeropuerto diferente, y nos juntamos en el punto que sea para jugar un torneo”.

Sin instalaciones para curling en León

Edu entrena a diario para seguir mejorando sus capacidades físicas. “El curling puede parecer menos exigente, pero no lo es. En realidad es como todos los deportes: cuanto más en forma estés, mejor vas a jugar y mejor vas a aguantar los partidos. Yo todos los días entreno el físico, no puedo hacer otra cosa porque aquí no hay instalaciones de hielo, pero hay que mantener la forma”, confiesa.

El año pasado Edu se proclamó campeón de la Liga Española de Curling. Su equipo también ganó el Campeonato de Europa de Tercera División Grupo C, quedando además cuartos en el de Segunda División.

A sus 22 años, Edu acabará este año sus estudios universitarios y, aunque es consciente de que la inmersión al mundo laboral puede entorpecer su dedicación al curling, tiene claro que seguirá con este deporte. “Lo intentaré estirar todo lo que pueda. Para el próximo año me planteo realizar un máster en Escocia, y me gustaría apuntarme a la Liga de Edimburgo”, explica ilusionado.

Aunque tiene el sueño, como cualquier deportista, de llegar a unos Juegos Olímpicos, Edu mantiene los pies en la tierra, y sabe que casi todo se reduce a trabajo para conseguir cumplirlo. “Me siento capaz, la verdad que con las pocas ayudas que tenemos y lo que estamos consiguiendo esta temporada, con nuestra progresión, venir de ganar la Tercera División y llegar a la Segunda quedando cuartos y a un partido de subir a Primera División, es factible”, apunta sin dejar de reivindicar más ayuda en su deporte.

Antes de despedirse, Edu dirige unas palabras a los jóvenes que están descubriendo su deporte: “Con esfuerzo y pasión se consigue todo. Aunque te lleve más o menos tiempo, si algo te gusta, hay que apostar por ello, ir con todas las ganas. Es muy satisfactorio echar la vista atrás y ver cómo has llegado con trabajo al punto que querías”.

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