Luis Mateo Díez, ante la edición de una fotobiografía: “Mi vida no merece la belleza de este libro”

El último destinatario del Premio Cervantes, el escritor lacianiego Luis Mateo Díez, se convierte literalmente “en un libro abierto” gracias a la fotobiografía Los días y las cosas, en el que la venezolana Lisbeth Salas ha retratado sus recuerdos gráficos y la evocación que las imágenes le sugieren.

“Mi vida no se merece la belleza de este libro”, ha señalado el escritor con su habitual modestia en la presentación este jueves de esta obra en el Instituto Cervantes, corresponsable de su edición junto al Ministerio de Cultura.

El autor leonés ha alabado “los hallazgos” fruto de un “instinto de búsqueda poética” alcanzados por Salas en este trabajo, que ha calificado como “una enorme sorpresa enriquecedora y como un libro visual de poemas”.

Díez y Salas compartieron jornadas que arrancaban muy temprano, con comidas “que consistían en ver libros y escuchar mucho”. “Soy una especie de cronista, porque me gusta saber del otro y Luis Mateo fue un libro abierto desde el día uno”, ha señalado la fotógrafa, quien previamente acometió un encargo similar con Enrique Vila-Matas.

Como detalle curioso, en la presentación se ha desvelado que el color verde de la portada del libro es el mismo de las camisas de lino que el autor de La fuente de la edad utiliza en verano.

Una frase de Elías Canetti (“en cierto modo, las manos del hombre han sido su destino”) ha llevado, por ejemplo, a que Salas a dejar impresas hasta las palmas de Luis Mateo Díez, además de retratar elementos muy íntimos y personales como el reloj de compromiso que le regaló su esposa Margarita.

Al acto han asistido el escritor y periodista Jesús Marchamalo como moderador, así como la directora general del Libro, del Cómic y de la Lectura del Ministerio de Cultura, María José Gálvez, y el subdirector de Cultura del Instituto Cervantes, Ernesto Pérez Zúñiga, para quien esta obra constituye “una celebración más” de este autor en la semana en la que ha recogido el principal galardón de las letras españolas.

“Es un premio del que se alegrarían Cervantes o Valle-Inclán y también los lectores del futuro, porque hacer una obra singular, con una voz propia y un universo lingüístico lleno de imaginación que pueda identificar a un país o un territorio como Celama, solo pasa con los grandes”, ha señalado.