Un tiesto plantado en el Camino 'sin pies ni cabeza'

El artista zamorano afincado en León, Juan Barrero, lleva el arte al Camino de Santiago.

María Fernández

“Una bota a la que dejaron plantada en el medio del Camino”. Así comienza la intervención que el artista zamorano Juan Barrero ha realizado en el Camino de Santiago a su paso por San Miguel del Camino.

El proyecto comenzó cuando Barrero, también conocido como Elchicohormiga, encontró, en pleno trazado del camino francés, una bota abandonada y decidió que, si bien ya no podía llegar a Santiago de Compostela, si podía tener una segunda vida. En ese momento convirtió la bota en un macetero y, tras “customizarla”, la colocó sobre un hito en el Camino de Santiago a la salida de San Miguel del Camino.

La bota, junto con la planta, ha levantado curiosidad entre los peregrinos que discurren por el Camino quienes han compartido imágenes en sus redes sociales.

No es la primera vez que Juan Barrero realiza este tipo de intervenciones con elementos encontrados al aire libre. Prueba de ello es “basura bonita”, en el que, con desperdicios hallados en la naturaleza, el artista los decoraba para que pasen a ser un complemento del paisaje tal y como se refleja al final del texto que acompaña al elemento:

Tiesto sin pies ni cabeza

Una bota a la que dejaron plantada en medio del camino. Una pareja desparejada buscando ser útil por sí misma. Una pareja que no supo esperar y continuó sola. La importancia de seguir en la vía incluso descalzo.

Caminante; son tus huellas

el camino y nada más;

Caminante, no hay camino,

se hace camino al andar.

Al andar se hace el camino,

y al volver la vista atrás

se ve la senda que nunca

se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino

sino estelas en la mar.

Antonio Machado

El objeto encontrado fortuitamente tiene un significado propio, pide a gritos una intervención. La bota me encontró a mí. Se quedó sola, sin camino, dio todo lo que tenía durante días, se despojó de todo lo que podría servir, sirvió para seguir otros senderos y sola, con su chasis; pedía una segunda oportunidad, poder expresar.

La bota plantada

El calzado que ya no servía, olvidado.

El calzado cazado. Cazador de calzado.

El calzado cazado y plantado.

Sin sacar los pies del tiesto. Sin excederse, sin atentar contra las normas establecidas.

Y justamente crea lo contrario. Sin sacar los pies del tiesto se excede, atenta contra las normas establecidas; se revela contra su propia naturaleza y decide quedarse quieta y dejarse crear. Ser arte por si misma dejándose olvidar.

Aquí. Hoy

Ya somos el olvido que seremos.

El polvo elemental que nos ignora

y que fue el rojo Adán y que es ahora

todos los hombres y que no veremos.

Ya somos en la tumba las dos fechas

del principio y del término, la caja,

la obscena corrupción y la mortaja,

los ritos de la muerte y las endechas.

No soy el insensato que se aferra

al mágico sonido de su nombre;

pienso con esperanza en aquel hombre

que no sabrá que fui sobre la tierra.

Bajo el indiferente azul del cielo

esta meditación es un consuelo.

Jorge Luis Borges

La bota que se resistió a ser olvidada, quería ser encontrada, despojarse de lo que no le pertenecía y albergar, cual concha, una flor. Como el cangrejo ermitaño que recicla la basura convirtiéndola en su caparazón.

Basura reconvertida, basura reciclada, basura arte.

Más información y otras obras en el Instagram: Juan Barrero Martínez.

Etiquetas
stats