Juan Manuel Martínez Valdueza: “¡Tengo pedigrí leonés de más de ochocientos años!”

Juan Manuel Martínez Valdueza

Manuel Cuenya

Ensayista, poeta y editor, Juan Manuel Martínez Valdueza se considera un escritor vocacional que escribe “no para satisfacer una supuesta demanda ajustada a unos cánones sino para compartir, interesar, emocionar...”, algo que me late extraordinario, habida cuenta de los tiempos mercantilistas que vivimos.

Escribe “no solamente desde la realidad –ficticia o no– sino también desde la ensoñación y la provocación”, añade él, que siente repelús cuando alguien se califica de poeta y se reviste de atributos externos que lo identifican como tal, porque “el poeta no existe”, a su juicio, sino que algunos escritores, “con la inspiración y en el momento adecuados, escribimos poesía que es un misterio. Lo demás son juegos florales”, glosa el autor de libros como 'Camino inevitable', que se le antoja un poemario muy especial, escrito en torno a los cincuenta años, edad que, en su opinión, suele ser frontera a partir de la cual los recuerdos intrascendentes se desvanecen, “consolidándose por el contrario en verdades absolutas los que han sido pilares de nuestra existencia, a veces tan olvidados”. O bien el ensayo 'Un blog con España a cuestas', que nos muestra, a través de reflexiones diarias, pensamientos políticamente incorrectos, lo que muchos piensan y no se atreven a contar acerca de nuestra España en crisis, no sólo económica sino espiritual, que en cierto modo sigue funcionando como una dictadura, o el peligro que tienen las redes sociales en manos de empresas que nos chupan la sangre. “Rendición de cuentas casi diaria –y políticamente incorrecta– de preocupaciones a voleo no pedidas por nadie, en la que prevalecen ansias de libertad y de justicia, y digo yo que por algo será”, expresa Valdueza acerca de su volumen, cuyo epílogo está escrito por Venancio Iglesias.

Aparte, ha publicado, en colaboración con los escritores Fernando Álvarez Balbuena y Juanmaría G. Campal, 'Tres voces, tres mundos' (2014), cuyo prologuista es el escritor Andrés Martínez Oria (a quien le hemos dedicado una fragua): “En tiempos prosaicos, poesía para interpretar una partitura de amor –aunque no solo– a tres voces, que dialogan, avanzan, contrapuntean... La de Fernando A. Balbuena, a la andadura del endecasílabo en sonetos, versos sueltos y tercetos encadenados, expresa la nostalgia por un tiempo que quizá se hubiera deseado de otra manera, porque esta poesía de amor lo es en realidad de desamor... La segunda de las voces, de Juan G. Campal, deja en verso libre el eco de viejas heridas y silencios, dudas, sombras, vacíos que volverán a henchirse de amor, un amor distinto de la amistad, que se convoca para la plenitud... Contrapuntea la voz de Juan Manuel Martínez Valdueza en tono de afirmación pasional, de descarnada carnalidad, para confirmar la certeza del amor como entrega y posesión, desbordamiento, totalidad; por eso habla del calor, de la frenética vorágine de vivir y de la rosa que emerge de la materia innoble”.

Se trata de un proyecto apasionante de poesía, con tres voces poéticas distintas en fondo y forma, que ha tenido continuidad anual en 2015 con las publicaciones de los escritores Marta Muñiz, José Manuel Feito y Luis Miguel Alonso Guadalupe. Y en el 2016 con Charo Acera, Agustín Alonso Biscayar y Felipe Piñeiro.

Todos los volúmenes han sido editados a través de CSED, su editorial. Recientemente, también a través de CSED, ha editado el estupendo libro 'Cosas de la bucólica. La gastronomía en El Quijote', cuyo autor es el periodista y escritor Tomás Álvarez.

Con su amistad y su amor –el amor es cuestión de vida indispensable– mis amigos astorganos compensan con creces la falta de raíces documentales de que adolecemos los 'afincados' en tierra diferente a la del propio nacimiento

En su faceta como editor (Akrón & CSED) asegura que ha editado doscientos cincuenta títulos en diez años, una tarea que no resulta fácil, sobre todo, “desde la independencia ideológica, política y económica”, pues “edición e independencia casan mal”.

En todo caso, reconoce que el mundo editorial le ha proporcionado un buen conocimiento de la escritura y los escritores. “Emplazo a los lectores a entrar en el apasionante mundo de la edición –más de lo que se imaginan– a través de mi 'memoria corta de un editor independiente', que espero poder terminar a lo largo de este año”, afirma Valdueza, cuyo apellido entronca con el Bierzo, tanto es así que, aunque nacido en Extremadura y residente en Astorga desde hace años, tiene sangre leonesa. “¡Pedigrí leonés de más de ochocientos años!” rememora con humor este creador, cuyos ancestros leoneses más remotos habría que encontrarlos en tiempos de Fernando II, cuando desde el Bierzo se fueran a repoblar, según él, lo que hoy es el norte de Zamora lindando con León.

Astorga como punto de inflexión

No obstante, dice que es conscientemente extremeño desde que reside en Astorga, que va ya para doce años, cosa que le encanta porque hasta entonces nunca se había planteado eso del origen y del 'afincamiento'.

“La primera vez que leí 'extremeño afincado en Astorga' en un periódico, reconozco que me chocó por inédito. Pasados los años me ha servido, sobre todo, para comprobar que, a pesar del correr de los tiempos y de los avances tecnológicos, que ya hasta se puede nacer en una probeta, las sociedades con fuerte auto-reconocimiento siguen siendo muy suyas. La cuestión es que con un poco –o un mucho– de empeño se pueden hacer también nuestras. Amo Extremadura no por haber nacido allí, de lo que no tengo, lógicamente, ni recuerdos, sino por haber conocido a lo largo de muchos años, en mis viajes, como por el resto de España, sus tierras, sus sabores, sus gentes, su historia y, sobre todo, la pesada carga del desconocimiento y menosprecio que de ellos y hacia ellos tienen otros pueblos de España”.

En cuanto a Astorga, donde vive en la actualidad, señala que es un punto de inflexión en su vida, el cierre de su actividad profesional –vinculada siempre a las nuevas tecnologías– y la recuperación de su actividad literaria e investigadora “con el añadido, a veces grato y las más ingrato, de la actividad editora”.

Astorga es su tierra porque la ha elegido él. “Y con su amistad y su amor –el amor es cuestión de vida indispensable– mis amigos astorganos compensan con creces la falta de raíces documentales de que adolecemos los 'afincados' en tierra diferente a la del propio nacimiento. Por mi parte, su gentilicio ya va conmigo fuera de sus lares, donde no pocas veces se me refiere como 'el astorgano' o 'el de Astorga' incluso en Madrid, donde paradójicamente he pasado la mayor parte de mi vida”, sostiene Valdueza, convencido de que no sólo en la provincia de León la “vida cultural” es extraordinariamente rica, dado el elevado número de autores, producción literaria y eventos asociados a la misma, sino que el exceso de 'autores' y su producción es común a todas las provincias, “menos a alguna que no me parece correcto citar–, así como lo es la baja calidad general de lo producido”.

En todo caso, sí cree que existen creadores excepcionales, quienes “en número muy reducido, ajenos a filtros y otros disparates, aportan sus creaciones para nuestro disfrute y engrandecimiento”.

El exceso de 'autores' en todas o casi todas las provincias de España es habitual porque, según él, hace tiempo que la globalización acabó con las fronteras por mor de la tecnología y las comunicaciones reforzando, como no podía ser menos, los ámbitos asociados a la cultura y a la lengua, en nuestro caso la occidental y el español.

El 'patrocinio' de la cultura y en concreto de la escritura creativa por parte de las distintas administraciones públicas y otro puñado de mecenas asociado en gran medida a la banca, ha generado numerosos grupos de escritores, tantos como áreas de influencia (geográfica) de los patrocinadores, de forma que sus creaciones literarias son en sí un subconjunto que nos llega filtrado por cuestiones de proximidad al patrocinador o pertenencia al grupo

“En ese orden de cosas, y si hacemos abstracción de modas, corrientes y generaciones por lo que tienen de superfluo e interesado, la situación actual es equívoca. Por un lado, el 'patrocinio' de la cultura y en concreto de la escritura creativa por parte de las distintas administraciones públicas y otro puñado de mecenas asociado en gran medida a la banca, ha generado numerosos grupos de escritores, tantos como áreas de influencia (geográfica) de los patrocinadores, de forma que sus creaciones literarias son en sí un subconjunto que nos llega filtrado por cuestiones de proximidad al patrocinador o pertenencia al grupo. Por otro, la extraordinaria proliferación de expertos en cuestiones de lenguaje, literatura y humanidades en general, surgidos de las universidades como consecuencia de la explosión formativa en España durante las últimas décadas, hace que el número de autores (novelistas, pero sobre todo poetas) haya crecido exponencialmente al reconocerse muchos de ellos capacidad 'creativa' cuando, de hecho, carecen de ella”, se expresa crítico este escritor de textos literarios, para quien la escritura/literatura ha sido su compañera de vida desde siempre. Y por supuesto la escritura/literatura, que a unos pocos puede servirles de mucho y a la mayoría de nada, debe mostrarnos, según él, la belleza del lenguaje, sus entresijos, sus delicados meandros, emocionarnos, en definitiva.

Devoto de la literatura y la música, que han ido ocupando en su vida espacios acordes con el propio camino vivido y sus circunstancias, Valdueza, que también ha escrito guiones de cine, es un gran lector. Y muchas son sus obras y autores preferidos, según en qué momento. “Necesariamente tengo que hablar de la adolescencia, quizá el único tiempo impresionable de que dispone el hombre. Y desde entonces, ahí permanece César Vallejo con sus heraldos negros; la palabra ensangrentada de Papini; mi pequeña diosa Kira muriendo en la nieve porque Ayn Rand así lo quiso; la princesa Tarakánova muriendo también, pero en la oscura mazmorra de San Pedro y San Pablo, en medio del helado Neva, testimonio soñado de Sofía Casanova; los versos casi clandestinos de Lorca; el trágico sentimiento de la vida de Unamuno... No puedo cerrar esta cuestión sin referirme a dos autores que en los últimos años me han devuelto sensaciones olvidadas, maravillosas y diferentes: Irène Némirovsky y Andrés Martínez Oria con sus respectivas obras 'La suite francesa' y 'Más allá del olvido'”, recuerda este ensayista y poeta, entre cuyos próximos proyectos figura alguna novela, poesía y memorias...

Entrevista breve a Juan Manuel Martínez Valdueza

“Vive aprendiendo y deja vivir a los demás como les venga en gana”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

'De la ira', de Lucio Anneo Seneca. Y muchos otros...

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

La lista sería interminable. Y subjetiva. Su contenido dependería siempre de mi estado de ánimo a la hora de elaborarla.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

La mayoría de los que han caído en mis manos. Después de la adolescencia, se entiende.

Un rasgo que defina tu personalidad.

La independencia.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La lealtad.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

La política actual, si no se regenera, terminará desapareciendo tal como la conocemos. ¿La sociedad? Esa puede con todo, incluso con ella misma.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Comprobar cada mañana que sigo vivo.

¿Por qué escribes?

Por la misma razón que respiro, como...

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Para nada.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Imposible de definir. Pero pocas. O muchas, vaya usted a saber...

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Durante algunos años tuve un blog: 'En campo abierto' y disfruté escribiéndolo. Me interesan aquellos blogs que 'son' literatura con independencia de su contenido. Por desgracia, la mayoría de los blogs son un coñazo sin valor literario.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Vive aprendiendo y deja vivir a los demás como les venga en gana.

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