El Gobierno aprueba el decreto que elimina la mascarilla en la mayoría de interiores

Peio García / ICAL

Sofía Pérez Mendoza / elDiario.es

Llegó el día. El Consejo de Ministros ha aprobado el real decreto que elimina la obligación de llevar mascarilla en la mayoría de interiores a partir de este miércoles. La retirada del gran icono de la pandemia no es completa: el cubrebocas debe continuar usándose en todos los transportes públicos, en los centros sanitarios, establecimientos como las farmacias y en las residencias de mayores. “Es un día importante, seguimos sumando etapas”, ha dicho la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en la rueda de prensa posterior.

Con esta decisión, España culmina el proceso de normalizar la convivencia con el virus. La mascarilla era la única medida frente al coronavirus aún vigente en todo el territorio nacional. El real decreto al que ha dado luz verde este martes el Gobierno de Pedro Sánchez es el quinto redactado por el Ejecutivo desde que empezó la pandemia relacionado con los cubrebocas. El primero se aprobó el 4 de mayo de 2020, en la primera fase de la desescalada y solo afectaba al transporte público.

El transporte colectivo permanece, dos años después, como un espacio que todavía está sujeto al uso de la mascarilla. Afectará a todos, sin excepciones: metro, autobús, barco, avión, tren... También taxis y VTC.

Los centros de salud y hospitales continuarán exigiendo un uso estricto, salvo para las personas ingresadas, que podrán retirarse este elemento de protección siempre que estén en sus habitaciones. Las trabajadoras de las residencias de mayores deben seguir llevando mascarilla en sus jornadas laborales, así como las visitas. Los mayores quedan liberados de esta obligación porque el centro es como su casa. El Ministerio extiende la obligación, asimismo, a todos los establecimiento sanitarios. Por ejemplo, las farmacias.

El real decreto solo recogerá las situaciones y espacios donde la mascarilla tiene que seguir usándose. Al margen de la norma, hay una serie de recomendaciones para el uso responsable de la mascarilla con el fin de evitar en la medida de lo posible situaciones de peligro. Cualquier paso adelante en la gestión del virus implica asumir un cierto nivel de riesgo.

El Ministerio de Sanidad aconseja, siguiendo la propuesta de los técnicos de la Ponencia de Alertas, que las personas vulnerables (mayores de 60 años, embarazadas o personas inmunodeprimidas) se pongan la mascarilla siempre que no se pueda guardar una distancia de metro y medio. Quien quiera continuar usándola en los espacios interiores podrá hacerlo.

Incluso es recomendable en muchos de ellos, según el documento en el que se ha apoyado el Ministerio para tomar la decisión. El entorno laboral es el terreno más resbaladizo: la decisión de mantener o no la obligación de usar cubrebocas queda en manos de los servicios de prevención de riesgos laborales.

La mascarilla ha sido una de las principales medidas de prevención de la covid-19 en los dos últimos años y su eficacia está más que probada para reducir el riesgo de contagio.

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