El Hospital de León dispone del primer TAC de imagen avanzada cardiaca de España, donado por la Fundación Cepa

Cesáreo González Díez visitando el TAC de Imagen Cardiaca Avanzada de León.

León contará con un equipo tecnológico de diagnóstico puntero en toda Europa gracias a la donación del presidente de la Fundación Cepa, Cesáreo González Díez. Un TAC (tomografía avanzada computerizda) especializado en imágenes cardíacas.

Un equipo fue donado al hospital leonés por a través de un convenio, fundamentado en el hecho de que las enfermedades cardiovasculares constituyen una de las primeras causas de fallecimiento, y siendo uno de los objetivos recogidos en el Cuarto Plan de Salud de Castilla y León avanzar en la atención a las personas con enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares disminuyendo la morbilidad y la mortalidad. El presidente de la Fundación Cepa recibirá este lunes la medalla de oro de la Ciudad de León en el Ayuntamiento de la capital.

A la inauguración asistió la consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, que se ha limitado a conceder que este equipo tecnológico pueda estar en el Complejo Asistencial Universitario de León, porque no ha invertido presupuesto en él más que para instalarlo y podría haberlo trasladado a Valladolid (no ha sido el caso ya que el donador quería que se instalara en León). Eso sí, durante la visita de Cesáreo González Díez al Caule indicó que esta innovación tecnológica “va a suponer un gran avance en el diagnóstico de patologías cardiacas, además de impulsar la docencia y la investigación en este área de conocimiento, lo que va a permitir una notable mejora en la atención cardiovascular de la población, situando al Servicio de Cardiología del Caule en la vanguardia nacional del diagnóstico cardiovascular”.

Este escáner cardiaco del hospital de León lleva ya en funcionamiento desde finales del año pasado, y puede obtener información tanto anatómica como funcional del corazón, según una nota de prensa de la Junta de Castilla y Leon. “Sus principales indicaciones son el estudio de las arterias coronarias; estudio pre-intervención de cardiopatías estructurales (implantación percutánea de prótesis aórtica, cierre percutáneo de orejuela de la aurícula izquierda, fugas peridispositivo, ablación de venas pulmonares, entre otras); estudio de patología de los grandes vasos arteriales; y prevención cardiovascular ”primaria“.

El funcionamiento del TAC está siendo integrado progresivamente en los procesos clínicos del área cardiológica, y se espera que a fin de año sea también parte integrante de las consultas de alta resolución, de la unidad de dolor torácico o de las unidades de prevención cardiovascular. Su integración en estas y otras unidades cambiará el enfoque actual referido al diagnóstico y tratamiento de las patologías cardiovasculares más prevalentes.

TAC para docencia e investigación

Hasta el momento se han realizado 616 estudios en todas las modalidades descritas, y se espera que el número de pacientes por día siga una tendencia creciente. Asimismo, se espera integrar el TAC en docencia e investigación, como parte fundamental de desarrollo de la unidad.

La presencia del TAC impacta también en la solicitud de otras pruebas, de manera que la prueba de esfuerzo electrocardiográfica para detección de isquemia ha prácticamente desaparecido, como está ocurriendo en la mayor parte del mundo.

Unidad de imagen cardiaca en León

La unidad de imagen cardiaca del Caule realiza además otras actividades, entre las que destacan las siguientes (memoria de 2020): ecocardiogramas transtorácicos (8.933); ecocardiogramas transesofágicos (369); ecocardiogramas de estrés (486); gammagrafías de perfusión, en conjunto con Medicina Nuclear (266); prueba de esfuerzo electrocardiográfica (176); resonancia cardiaca, en conjunto con Radiología (259); y Holter-ECG (1235).

El equipo donado por la Fundación Cepa González Díez permite obtener imágenes muy rápidas y precisas con baja dosis de radiación en las patologías cardiovasculares más complejas, incluyendo los pacientes con frecuencia cardíaca elevada y/o trastornos del ritmo. Su uso abre nuevas perspectivas en el diagnóstico de la enfermedad de las arterias coronarias, al permitir examinar todo el corazón y dichas arterias en una décima de segundo.

Se trata del primer equipo TAC especialmente diseñado por la industria para la patología cardiovascular, y entre sus ventajas se encuentra una cobertura completa del corazón, con un detector de 14 centímetros, la adquisición de la imagen en un sólo latido (sin las limitaciones de las alteraciones de la frecuencia y/o el ritmo cardiaco), un tiempo de adquisición medio Cardio-TC de 0.12 segundos, alta resolución espacial en todos los estudios, 280 cortes por rotación, algoritmos que permiten una ultra baja dosis (dosis media

En síntesis, la tecnología de este TAC se resume en más velocidad y en la creación de imágenes de las partes sanas y enfermas del corazón, que se pueden ver desde cualquier ángulo, de manera que pueden ayudar al médico a localizar problemas en la estructura del corazón y en la forma en que este bombea sangre.

Aplicaciones clínicas

La aplicación de la TC (Tomografía Computerizada) cardiaca es creciente y se puede estructurar en diferentes áreas, como por ejemplo la prevención cardiovascular en pacientes con riesgo de tener una enfermedad cardiaca, en los que la detección de aterosclerosis coronaria permite individualizar el tratamiento preventivo para optimizar el beneficio obtenido; o el diagnóstico anatómico y funcional de la presencia y severidad de la aterosclerosis coronaria en pacientes con dolor torácico, que es un síntoma muy común, y la causa más frecuente es la cardiopatía isquémica.

La TC cardiaca permite diagnosticar y excluir la aterosclerosis coronaria como causa del dolor tanto en pacientes que acuden con este síntoma al servicio de Urgencias (en la llamada unidad de dolor torácico) como aquellos con síntomas más “estables”. Ello permite adoptar medidas terapéuticas de forma rápida y eficaz, sin necesidad de recurrir a pruebas con inferiores rendimientos diagnósticos.

Otras aplicaciones son la evaluación de la severidad de valvulopatías, especialmente de la estenosis aórtica, una de las enfermedades valvulares más frecuentes en la población anciana; la evaluación preintervención de cardiopatías estructurales, como la implantación percutánea de válvulas aórticas, cierre percutáneo de la orejuela auricular izquierda, reparación valvular percutánea, ablación de fibrilación auricular; la evaluación y diagnóstico de complicaciones en patología infecciosa cardiaca, específicamente la endocarditis infecciosa; la evaluación de masas/tumoraciones cardiacas; y la patología de la arteria aorta, tanto aguda como crónica.

Como puede observarse, el impacto de la TC cardiaca en la atención del paciente con patología cardiovascular es enorme. Es preciso señalar que el potencial diagnóstico sobrepasa los límites de la medicina cardiovascular, pudiéndose extender hacia otras áreas médicas. Así, el diagnóstico de patología pulmonar frecuentemente asociada a la cardiaca (de especial interés en esta época post COVID) o de patología arterial periférica, requerirá de especialistas en imagen pulmonar o vascular (especialmente de radiólogos) que trabajen conjuntamente.

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