Las horas que pusieron al borde de la ruptura el Gobierno de PP y Ciudadanos en la Junta de Castilla y León

Miriam Chacón / ICAL . El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el vicepresidente, Francisco Igea, en el Pleno de las Cortes

Laura Cornejo / elDiariocyl

Durante 18 horas el gobierno de coalición entre PP y Ciudadanos en Castilla y León ha estado en el alambre y con una escalada de tensión que empezó el lunes y entró en pausa el martes, cuando en una rueda de prensa el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, aseguró que nadie iba a dimitir y que el pacto no se iba a romper. Justo lo contrario de lo que pretendía el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, favorable a convocar unas elecciones anticipadas que le libren de su socio, le devuelvan la mayoría absoluta y eviten una más que probable moción de censura del PSOE en marzo, según informa elDiariocyl.

Que Mañueco quería provocar esa tormenta se hizo evidente cuando Igea, acompañado de sus tres consejeros (Sanidad, Cultura y Empleo), reconoció ante la prensa el martes durante el debate del lunes que el PP iba a alinearse con los socialistas para tumbar el plan de reforma de la atención primaria, la piedra angular de la consejera de Sanidad, Verónica Casado. “Lo supe cuando el presidente lo dijo en el Pleno”, precisó. No hubo advertencia previa.

Una traición pública e inesperada

La traición, pública e inesperada, se materializó al filo de las 17.00 horas del lunes, en el primer Pleno tras el periodo estival. Algo tan trivial como una Proposición No de Ley del PSOE se convirtió en la bala de plata para Ciudadanos. Mañueco debatía con el líder de los socialistas, Luis Tudanca, sobre la PNL que instaba a retirar el plan de Verónica Casado, a abrir de nuevo todos los consultorios rurales y a garantizar la atención presencial. Y el presidente disparó: “Voy a votar a favor de su PNL”, dijo, mientras la bancada de Ciudadanos se revolvía, “y le espero mañana en mi despacho”, añadió. Mañueco ofrecía llegar a acuerdos a cambio de que Tudanca se una a sus peticiones al gobierno central. Mientras esto ocurría, varios diputados autonómicos de Ciudadanos salían del hemiciclo, atónitos, e intentando recuperarse del golpe.

Pero Igea, que rara vez contiene emociones, explotó, y también lo hizo durante el debate. Aprovechando una pregunta de una diputada de Podemos, Laura Domínguez, sobre el trato a los profesionales sanitarios, el vicepresidente acabó arremetiendo contra el PP y el PSOE, y afirmando que “la política sanitaria en España es una puñetera vergüenza nacional”, con titulares de varias comunidades en las que uno y otro partido se reprochaban las mismas cosas “dependiendo de quien mande en cada sitio”. Fue una declaración de intenciones. Acabado el Pleno, Mañueco concedía una entrevista a Castilla y León Televisión en la que, tibiamente, no descartó ni el adelanto electoral, que para él depende de sacar adelante los presupuestos, ni la moción de censura por parte del PSOE, “con transfugas”. Confirmó así la información publicada por elDiario.es el pasado domingo, que está en una ratonera de la que quiere salir. La forma elegida, provocar que Ciudadanos rompa el pacto de gobierno para verse “obligado” a disolver las Cortes, casi le da resultado.

“Voy a dar esa rueda de prensa”

Durante esa entrevista de Mañueco, Igea, tremendamente activo en Twitter, difundió el vídeo en el que tildaba de vergüenza la política sanitaria y la “demagogia de un lado y de otro en todas las comunidades” y añadía: “No cuenten con nosotros. No mentiremos a los ciudadanos”. Acabada la entrevista del presidente, Igea publicó un tuit de apoyo a la consejera de Sanidad, de quien dijo sentirse “orgulloso”. Mañueco la había desautorizado alineándose con los socialistas y él destacaba el valor de la lealtad. A las 7.26 del martes volvía a la carga, anunciando que cuando acabase el Pleno (en Castilla y León siempre se celebra en dos sesiones) daría una rueda de prensa para hablar de política sanitaria y del estado del acuerdo de gobierno. Saltaron en ese momento todas las alarmas, tanto en el PP como en Ciudadanos. Que Igea es tan explosivo como incontrolable lo saben muy bien en su propio grupo. Una hora después de ese tuit, no se había convocado oficialmente la rueda de prensa. Pasadas las 11.00 de la mañana, mientras se debatía la PNL y los partidos fijaban en sentido de su voto (con Mañueco y sus consejeros ausentes del hemiciclo para abordar la situación en una reunión), la prensa no sabía si habría o no rueda de prensa. Fue el propio Igea quien dio la orden, cuando los periodistas le confirmaron que no había convocatoria. “Voy a dar una rueda de prensa cuando acabe el Pleno. Convocad. Voy a dar esa rueda de prensa. Convocad. Ya”, indicó al gabinete de prensa, que cinco minutos después detallaba el lugar de la cita.

“Yo mismo podría presentar una moción de censura”, advierte Igea

La votación acabó con 70 votos favorables y 11 abstenciones (las de Ciudadanos). Y el encuentro con los medios comenzó. Veladamente, señaló a Mañueco como traidor, y aseguró que ni la consejera ni él tenían previsto dimitir, y mucho menos romper el pacto. “Yo no voy a traicionar a mi socio de gobierno en una tarde o en una noche”, espetó. Para él, que a punto estuvo de caer en la emboscada del PP, es el momento de garantizar la estabilidad en Castilla y León. Eso sí, marcó territorio recordando que el PP tiene unas consejerías y Ciudadanos otras, y que Sanidad, es de ellos, una postura muy alejada de la unidad de gobierno. “Mañueco ha cometido un error estratégico, estoy molesto, pero no voy a romper el pacto”, asumió. Y lanzó otro mensaje más: Casado es la consejera más valorada por los ciudadanos según las encuestas. La rueda de prensa de Igea se producía mientras Mañueco y Tudanca se reunían para hablar de política sanitaria sin la consejera de Sanidad.

La brecha en el gobierno es clara, porque se transmiten dos mensajes diferentes: para Igea no se ha tumbado ningún plan, porque no se había aprobado ninguno, y sólo hay un documento de trabajo (con un plan piloto en la comarca de Aliste, Zamora) y no se van a reabrir consultorios rurales porque no se han cerrado. Para Mañueco, no se va a seguir adelante con el plan, eso es lo que decía la PNL.

Aunque la escalada de tensión paró tras la rueda de prensa, en las filas del PP reconocen que “algo se ha roto”, pero que Mañueco sale reforzado al tomar la decisión de tumbar el plan sanitario de Casado dos años después de presentarlo. Pese a todo, no dan por terminada la crisis y ven cercano y probable el adelanto electoral.

En una entrevista en Castilla y León Televisión en la noche de este martes Francisco Igea ha pedido a los periodistas que hicieran números antes de asegurar que hasta marzo no se puede presentar una moción de censura (por parte del PSOE). “Hagan números, yo mismo puedo presentarla, se necesitan sólo dos votos aparte de los de Ciudadanos”, ha advertido. El pulso entre PP y Ciudadanos sólo acaba de empezar.

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