El buque insignia de la cultura leonesa sigue a la espera de director

Pablo López Presa (I) y Eduardo Morán (C), vicepresidente y presidente del Instituto Leonés de Cultura, en un reciente reparto de premios del ILC. / Carlos S. Campillo / ICAL

C.J. Domínguez

El Instituto Leonés de Cultura (ILC), administración vinculada a la Diputación de León, gestiona el mayor presupuesto de la provincia destinado al desarrollo cultural en todos los ámbitos: 5,3 millones de euros anuales. Ninguna otra administración, ni siquiera la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta, maneja una billetera tan boyante en la provincia leonesa.

Sin embargo, al contrario de lo que ha ocurrido prácticamente siempre desde su creación hace 26 años, el ILC sigue sin tener 'capitán' a pesar de haber transcurrido ya más de medio año desde que tomara posesión la nueva Corporación que conforman en coalición PSOE y UPL. Y de momento, así seguirá siendo.

Que a día de hoy no hay prisa por nombrar un director del Instituto lo confirma el diputado responsable del área Cultura, Arte y Patrimonio, el joven arquitecto Pablo López Presa, toda vez que falló un primer intento de nombramiento urgente que se consideró idóneo, en la persona del leonés Rogelio Blanco, exdirector general del Libro con el Gobierno de Zapatero, que rechazó hacerse cargo a pesar de darse por hecho en algunos círculos.

“Problemas jurídicos”

Con el 'no' de Blanco, el presidente de la Diputación, que también lo es del ILC, Eduardo Morán, y el propio López Presa como vicepresidente, coinciden en que “no se dan todavía las circunstancias” para cerrar este relevante nombramiento a pesar del tiempo transcurrido de la legislatura.

Por razones de “problemas jurídicos”, matiza. “Los estatutos del ILC no están acompasados con la legislación actual” para este tipo de nombramientos, explica el diputado, por lo que “esta situación bloquea el nombramiento”.

Esa legislación que menciona fuerza desde 2015 a que una figura que se denomine “director” tenga que ser cubierta por libre designación, es decir, que sea “un funcionario de carrera”. Y a priori no observan muchos currículums en el ámbito de la cultura que, además de conocer el funcionamiento interno de la institución, tenga un perfecto conocimiento de la provincia de León y sus especificidades culturales de todo tipo.

No otro coordinador 'a dedo' de alto sueldo

Otra vía posible sería la designación como personal eventual, de confianza, aunque no podría llamarse “director”. Como no lo fue el último responsable del ILC, Adolfo Alonso Ares, que técnicamente era “asesor del Presidente” o “coordinador”, con alto sueldo, eso sí. “Nuestra intención es que la persona elegida forme parte de la relación de puestos de trabajo del Instituto, que forme parte de su estructura, y para eso debemos hacerlo bien, que no sea recurrible”, piensa López Presa.

Una tercera y última alternativa está descartada: convocar una plaza fija formalmente y por oposición, de modo que el nuevo director lo fuera para siempre y por siempre agradara el actual organigrama de personal del ILC.

Apuesta el diputado socialista más bien por “alguien que venga con proyectos culturales concretos”, como reconoce que ocurre en casos como directores de museos. Ciertamente, existen precedentes que hacen posible esta vía.

La vía 'concurso' de proyectos

Así, por ejemplo, se realizó en el Ayuntamiento de Madrid bajo el mandato de la alcaldesa Manuela Carmena, un sistema que su sucesor, José Luis Martínez-Almeida, ha vuelto a convertir en un sistema de elección a dedo.

Y más cerca, también por concurso de proyectos ocupa su puesto el actual director del Museo de Arte Contemporáneo (Musac) de la Junta en la capital leonesa, Manuel Olveira, aunque fuera en segunda instancia tras la dimisión por “intromisión política” en sólo 3 meses de quien fuera elegida primero en un concurso de carácter internacional, como se destacó en su momento.

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