La Junta vuelve a cerrar un verano más la planta 12 del Hospital de León y toda un ala del Monte San Isidro

La Planta 12 del Hospital de León cerrada en una imagen de archivo pero que se repite cada verano y hasta bien entrado el invierno.

Llega el verano. Y con él otra tradición estival de la Junta de Castilla y León: el cierre de camas hospitalarias, unido a la amortización de puestos de trabajo sanitarios. Una medida que, según denuncia el sindicato Satse, en la capital leonesa se materializará concretamente en la clausura de un total de 49 camas hospitalarias.

En concreto, serán 22 menos en la Planta 12 del Hospital de León y otras 27 en el Hospital Monte San Isidro, lo que en este caso supone el cierre total del ala derecha de este centro sanitario situado en las proximidades de la capital.

En una nota de prensa, Satse critica que la administración utiliza todos los años como “chivo expiatorio” el argumento de que “la gente se va de vacaciones” para cerrar camas y servicios, además de no suplir adecuadamente a las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas en los centros, lo que conlleva un menor número de ellos para atender adecuadamente a pacientes y ciudadanos.

Cabe recordar que, por ejemplo, el año pasado a mediados de junio ya se adoptó esta medida, que se repite cada año. Entonces se clausuraron 63 camas (la totalidad de la Planta 12 del Hospital y las 27 del Monte San Isidro), con la finalidad de ahorrarse dinero al dejar que se extinguieran los contratos de unas 36 personas, sumando 15 enfermeras y enfermeros, otros 15 auxiliares de enfermería y sobre 6 celadores, denunció entonces UGT Sanidad.

La Planta 12 del Hospital permaneció cerrada a cal y canto hasta casi finales de enero de este año, más de siete meses después, en cuanto repuntaron enfermedades como la gripe y el hacinamiento y cruce de camas, que es un hecho casi permanente a lo largo del año, incrementó el hacinamiento de los enfermos en las habitaciones de planta.

Satse lamenta ahora nuevamente que, “en lugar de aprovecharse el verano para seguir trabajando en la reducción de las listas de espera, éstas se incrementan aun más al paralizarse las consultas externas, las pruebas diagnósticas y las intervenciones quirúrgicas no urgentes” con carácter general.

La 'tijera' en las provincias de Castilla y León

Calculan que 452 camas en total se cerrarán desde ya en Castilla y León. En la provincia de Ávila se cierran 28 camas de la Unidad de Cirugía de Corta Estancia del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles, mientras que en el Hospital Universitario de Burgos se cerrarán, en total, 72 camas.

En Palencia se cierra la planta novena del Hospital Río Carrión por obras (32 camas) y en el Hospital de San Telmo clausuran camas en cada unidad: 16 de Medicina Interna y 13 de Paliativos. En Salamanca se clausuran aproximadamente 40 camas y en Segovia, 10 camas de la Unidad de Corta Estancia, mientras que en Soria cierran 27 camas en el Hospital Virgen del Mirón (Planta de Medicina Interna).

El Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid cierra 37 camas correspondientes a dos medias plantas; el Hospital Clínico Universitario, 74 camas, y el Hospital de Medina del Campo cierra la planta de Cirugía, con 26 camas. En Zamora no han cerrado camas, pero Satse recuerda que tienen una planta cerrada en el Hospital Provincial, que supone 28 camas.

Este panorama, y otros muchos problemas de la Sanidad pública en la Comunidad, como el cierre de consultorios en los pueblos en la época de más afluencia, como es el verano, o las listas de espera, será en breve espacio de tiempo responsabilidad del partido político Ciudadanos, que en el pacto cerrado por el PP para otorgarle la presidencia al popular Alfonso Fernández Mañueco se ha asignado a sí mismo la Consejería de Sanidad.

“Un insulto a la inteligencia”

“Seguir afirmando que no cierran camas sino que adecuan la oferta asistencial a la demanda o simplemente decir que no están cerradas sino 'en reserva' es un insulto a la inteligencia de cualquiera. Se trata, ni más ni menos, de ahorrar dinero a costa de la atención sanitaria que se presta a pacientes y ciudadanos”, censura el sindicato en una nota de prensa.

Otra consecuencia negativa del cierre de camas es la masificación de pacientes en los servicios de Urgencias, obligando a los profesionales sanitarios a atenderlos, en muchas ocasiones, en zonas no habilitadas para ello, como los pasillos. También aumenta el índice de enfermos que no son atendidos en la unidad correspondiente a su patología, lo que deteriora la calidad de la asistencia recibida.

Además de considerar que estas medidas también saturan Urgencias, Satse recalca que las enfermeras y fisioterapeutas también se ven perjudicados por los recortes de verano al no sustituirse convenientemente las vacaciones y tener, por tanto, que trabajar con una mayor sobrecarga laboral.

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