La población de la provincia de León ha caído a niveles de la década de 1930

La Calle Ancha a primeros del siglo XX. // Germán Gracia

Jesús María López de Uribe

Mientras toda España mira a Aragón (o a Teruel, Cuenca y Soria) como ejemplo de la llamada 'España Vaciada', ignora por completo la debacle demográfica que se está produciendo en el Noroeste de España, que ejemplifica la pérdida de más de una cuarta parte de sus habitantes, desde su máximo poblacional de hace sesenta años, de las provincias leonesas.

La provincia de León es un gran ejemplo de ello, ya que está sufriendo lo que se llama un invierno demográfico: una disminución extrema de la población. Y desde hace años los nacimientos se hunden y las defunciones aumentan. Sólo en los primeros seis meses de 2022 ha tenido dos mil fallecimientos más que nacimientos, como explicamos en este reportaje.

León llegó a tener casi seiscientos mil habitantes en la década de los 60 del siglo XX. Hoy tiene 447.886, una cuarta parte menos en poco más de medio siglo. Y teniendo en cuenta que lleva más de una década perdiendo entre cuatro y cinco mil personas al año, al final de éste se certificará que estará demográficamente a la altura de principios de 1930 cuando había 441.908. Es decir, lo que ganó la provincia en treinta años (1930-1960) se ha perdido por completo en los últimos sesenta.

Y la situación de desplome poblacional, lejos de frenar seguirá acelerando, ya que una tercera parte de sus habitantes tiene más de 65 años. De hecho en 2021 León marcó uno de los peores saldos demográficos de España: 4.000 defunciones más que nacimientos. Hay cálculos demográficos que vaticinan que en 2050 la provincia de León, que a primeros del siglo XXI superaba el medio millón de habitantes, bajará de la barrera de los 300.000 habitantes. Sólo en los primeros veinte ya ha perdido más de cincuenta mil, y la gran mayoría en los últimos diez años, ya que los primeros fueron más o menos de estabilidad.

El dato es terrorífico: hay una provincia en España que ha perdido el 10% de su población en una década y nadie ha preparado un plan específico para ella como sí se hace con Soria, Teruel y Cuenca; provincias completamente necesitadas de apoyo institucional pero que en los últimos años han ganado población aunque sea de forma mínima.

El desplome invisibilizado de la Región Leonesa

Todo el mundo se llena la boca al hablar de la 'España Vaciada', pero mirando a lo que se llama la Serranía Celtibérica. Sin embargo, el desastre poblacional se da en la zona del Oeste peninsular, más concretamente en el noroeste. Curiosamente coincide a la perfección con lo que era el territorio del antiguo Reino de León (Galicia, Asturias, Extremadura, la Región Leonesa y el Norte de Portugal), y se ejemplifica en la caída de casi cuatrocientas mil personas del país leonés desde su máximo poblacional en los sesenta.

Este desplome de un 29% de población (en 1960 tenía 1.323.516 habitantes y hoy 940.659) supone que hayan desaparecido 382.857 personas de la Región Leonesa en seis décadas. El descenso más acusado ha sido en la provincia de Zamora que ha pedido 149.299 (tenía 316.493 y hoy tiene 167.194); un porcentaje increíble: el 52,82%, más de la mitad de la población ha desaparecido. Seguida de León, que bajó en 143.264: tenía 591.130 a primeros de 1960 y hoy 447.866; un 24,23% de pérdida. A Salamanca le ha ido mal, pero un poco mejor: pasa de 415.896 a 325.599, perdiendo tan sólo 90.294 habitantes (un 21,71%).

Unos datos que, además, significan que la pérdida poblacional se ha producido sobre todo en las zonas rurales, ya que las ciudades tenían muchísima menos población. Un ejemplo: León capital tenía en la década de los treinta del siglo pasado 29.377 habitantes y en los sesenta 73.483. Hoy tiene unos 120.000 y aunque la cifra parezca alta, hay que tener en cuenta que ha descendido en casi treinta mil en los últimos treinta años ya que su máximo fue en 1991 con 147.625 habitantes.

Datos que contrastan con Valladolid capital. En 1930 tenía noventa mil habitantes. En 1960, unos 151.000. En la actualidad unos trescientos mil. La provincia pasó de 321.000 habitantes en 1930 a 367.000 en 1960. Hoy es la más poblada de la comunidad autónoma (dato que correspondía a León a primeros del siglo XXI) con 520.000. Ha aumentado un 62% su población en 90 años; un 42% desde 1960.

Sin embargo, Castilla... aumenta de población

La creación de la Comunidad Autónoma de Castilla y León ha invisibilizado por completo en las estadísticas oficiales el desplome poblacional leonés. Hasta tal punto que la sensación en toda España es que esta autonomía pierde población inexorablemente, con lo que la sensación es que las quejas leonesas no tienen fundamento. Ciertamente, desde 1960 (juntando los datos de las dos regiones existentes entonces) la pérdida poblacional es de 539.857 habitantes. Pero la enorme mayoría es en la leonesa (-382.857) mientras que en el resto de las que formaban Castilla La Vieja en la actual comunidad autónoma el descenso es tres veces menor (-156.520).

De hecho, en los últimos años se ha producido tal desplome en las tres provincias leonesas que han llegado a perder más población que toda la autonomía, al ganar población las castellanas (Valladolid, Burgos y Segovia aumentaron en el siglo XXI, la primera de ellas 24.959 habitantes; un 4,79% de aumento). Los datos son contundentes: en los primeros veinte años de este siglo, la Región Leonesa ha perdido cien mil habitantes y la castellana ha ganado quince mil.

Pero si sumáramos el cálculo demográfico de Cantabria y La Rioja (las provincias de Santander y Logroño desgajadas de Castilla La Vieja) ésta habría ganado población respecto a 1960. Mientras que las que siguen agrupadas en la actual autonomía birregional han perdido 156.520 habitantes, Cantabria ha ganado 150.000 y La Rioja, 80.000. Es decir, las ocho provincias de la región de Castilla La Vieja tendría 75.000 habitantes más que hace sesenta años.

Mientras, la Región Leonesa pierde población sin que se muestre en las estadísticas oficiales y sin posibilidad de que la Unión Europea conozca la debacle que se está produciendo. La Junta de Castilla y León muestra al Gobierno de España y a la UE las cifras negativas, sin especificar dónde está ocurriendo el desplome poblacional. Ya no sólo es que se refiera al País Leonés con el adagio de 'el Oeste de Castilla y León' (para ocultar el nombre de Región Leonesa), sino que además niega la posibilidad de “un trato diferencial para cualquier provincia por insolidario”, como aseguró su presidente Alfonso Fernández Mañueco, mientras su gobierno le exige al Gobierno de la Nación presidido por Sánchez que lo haga con Soria otorgándole “una fiscalidad diferenciada”.

Mientras tanto, los españoles siguen pensando que el problema demográfico está en Aragón. Y en Europa nada saben de la región que más habitantes ha perdido en todo el continente en el último siglo. La leonesa. Un drama desconocido del que oficialmente, y socialmente, nadie parece darse cuenta.

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