Dos cabecillas de Gürtel confiesan pagos de comisiones de las constructoras leonesas Begar y Teconsa

Los acusados, entre ellos los leoneses Ulibarri, Martínez Parra y Blanco Balín, durante la primera jornada del juicio Gürtel Boadilla.

Laura Cornejo/elDiario.es

El cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, ha definido la trama de adjudicaciones públicas en Boadilla del Monte como “un lobby” en el que él mismo “adjudicaba” licitaciones a empresarios que le aportaban a él “la cantidad correspondiente” en “dinero en efectivo”. Así lo ha declarado este miércoles en la segunda jornada del juicio Gürtel Boadilla, una pieza en la que ya han confesado 17 de los 24 acusados que se sientan en el banquillo, incluido Correa, y en la que el PP figura como partícipe a título lucrativo. Correa ha afirmado que conocía al constructor y magnate de medios en Castilla y León, José Luis Ulibarri, el empresario también acusado que ya ha confesado cinco delitos.

El líder de la organización ha explicado que cuando había licitaciones “intervenía” con el entonces gerente de la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda, Tomás Martín Morales o con el alcalde de Boadilla, Arturo González Panero, ambos acusados también en la causa, para conseguir las obras. “El empresario me aportaba el dinero en efectivo y yo lo llevaba al Ayuntamiento y se lo entregaba a González Panero”, ha asegurado.

“Mi candidato era José Luis Ulibarri”

Además, ha precisado que eran los empresarios los que le solían llamar cuando el Ayuntamiento sacaba algún concurso. Es el caso de una parcela para construir viviendas por la que se interesó la constructora Sacyr Vallehermoso. “Me llamó el director, creo que era Luis Rivero, porque estaba interesado en la parcela, pero yo conocía a José Luis Ulibarri y se la llevó él. Le conocía desde hace muchos años”, ha recordado. Correa ha reconocido que “es posible” que llamase él mismo al empresario. “Mi candidato era José Luis Ulibarri y se lo propuse a González Panero”, ha dicho. La parcela, que se adjudicó por 35 millones de euros, llevó aparejada una mordida de un millón.

También ha hablado de una constructora leonesa, Teconsa, a la que se adjudicaron obras de una piscina “con el mismo procedimiento”. Teconsa era la principal sociedad del Grupo Martínez Núñez, propiedad del fallecido José Luis Martínez Núñez y cuyo hijo, José Luis Martínez Parra, ha confesado ya los hechos delictivos de este mismo juicio, tras su condena a 10 años de cárcel en la pieza de la visita del Papa a Valencia. “No recuerdo cómo fue la obra, he adjudicado muchísimas, no sólo en Boadilla, en otros municipios y a nivel general”, ha añadido. Lo que ha descartado es que tuviese conversaciones con varios empresarios a la vez para adjudicar al menor postor, porque eso le parece “inmoral”.

Francisco Correa también ha dado datos sobre “el proyecto estrella” de Easy Concept, una de las empresas que creó, el servicio de oficina de atención al ciudadano que se implantó en Boadilla, pero que pudo tener más alcance, ya que según Correa, estableció contactos con los ayuntamientos de Valladolid, León y Alcobendas ( en ese momento en manos del PP), “que querían implantar esas oficinas”. “Estaba convencido de que íbamos a tener ciento y pico oficinas en toda España, trabajábamos en el back office, un software muy complicado”, ha comentado. La Fiscalía pide para Correa 76 años y 7 meses de prisión.

También se ha referido a Ulibarri el socio de Correa, Pablo Crespo, que comenzó a trabajar con él en 2002, después de dejar de ser secretario de Organización del PP de Galicia. Crespo ha reconocido la “donación” de un millón de euros mediante facturas falsas por parte de José Luis Ulibarri tras conseguir la adjudicación de la parcela de Boadilla y ha recordado que lo conoció por la venta de una finca en El Escorial, en una comida en la que también estuvo Correa. Respecto a Teconsa, ha dicho que “pagó una cantidad muy importante” por las obras que le adjudicó el Ayuntamiento madrileño.

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