León-Braganza: una comunicación histórica, cultural, económica y necesaria (I)

La Bañeza. Foto: Abel Aparicio

Abel Aparicio

A los pies del convento de San Marcos, punto emblemático del Camino Francés e inicio del Camino de Salvador, comenzó mi viaje en bicicleta con destino a la ciudad portuguesa de Bragança. Al escuchar estas dos palabras juntas, León y Bragança, sin darnos cuenta, nos viene a la cabeza una de las reivindicaciones más planteadas en este pequeño rincón del noroeste peninsular. Cruzando el puente sobre el río Bernesga y despidiéndome de los pocos peregrinos que lo transitaban, empecé a repasar las conversaciones que tuve con Jesús Núñez, técnico en AETC León-Bragança y las ideas que me aportó a la hora de afrontar este viaje.

A la altura de Trobajo del Cerecezo di los primeros pedales por la CL-622, cuya antecesora fue la C622, que unía la capital leonesa con el Ruidenore (oficialmente Rihonor de Castilla). En el año 2002 la Junta de Castilla y León la fragmentó en la actual CL-622 entre León y La Bañeza, LE-125 desde La Bañeza hasta el límite provincial con Zamora, la ZA-125 desde dicho límite provincial hasta Palacios de Sanabria y la ZA-925 desde Palacios hasta Ruidenore. Dicha fragmentación no ayuda a la solicitada vía única que conecte León con Bragança y cuya reivindicación ya era conocida en aquel año.

Atravesando varios pueblos llegué a Santa María del Páramo, una de las localidades más destacadas del páramo leonés. Varios kilómetros antes de llegar a Santa María y hasta La Bañeza fui escoltado a un lado y a otro de la carretera por vastas plantaciones de maíz regadas por enormes aspersores. A mediodía, después de cruzar los ríos Órbigo y Tuerto, llegué a La Bañeza, concretamente a su ayuntamiento, donde me esperaba José Luís del Riego, Concejal de Cultura, Relaciones Internacionales y Turismo. Durante un café de más de una hora, José Luís me fue explicando y respondiendo las preguntas que sobre este trazado le plantee, demostrando un amplio conocimiento y pasión personal por dicho trazado.

Lo primero que José Luis quiso destacar fue la importancia comercial del eje Porto-Brangança-Puebla de Sanabria-León-Gijón-Nantes. Esta ruta, que sería una pieza clave a nivel mundial, a día de hoy cuenta con el único inconveniente del tramo entre León y Bragança. El puerto seco entre León y Gijón sigue cerrado y en palabras del concejal, “este puerto con la León-Brangança conllevaría un ahorro de ocho horas de viaje entre las ciudades portuarias portuguesa y francesa. Un ahorro clave en contaminación y en horas de trabajo y gastos para las empresas”. Otros puntos a sumar con esta carretera serían una mejor salida de la pizarra extraída en la comarca de La Cabrera, la conexión con el país vecino de las empresas instaladas en el polígono industrial de Villadangos y el desarrollo de la Plataforma Logística de Torneros. En cuanto a deportes, “la estación de esquí de San Isidro recibe cada año a decenas de visitantes lusos”, matizó el concejal.

José Luís lamentaba que desde las instituciones no se reivindicara con tanto énfasis este nudo de comunicaciones como se hace con el Corredor del Mediterráneo y que en el acuerdo de la Diputación de León, entre los veinticuatro puntos del pacto de gobierno, no se encuentre esta vía, que entre otras cosas, “ayudaría a mitigar la despoblación que está sufriendo el sur de León”. Del Riego también quiso destacar un punto histórico, “la Vía XVII de Antonino ya unía Braga (Bracara Augusta) con Astorga (Asturica Augusta). La comunicación y la unión entre estos territorios no es nada nuevo. El General Nicolás Benavides Moro en 1923 proyectó una línea de ferrocarril que uniese Bragnança con León, pero finalmente no se llevó a cabo”.

Para finalizar y minutos antes de que me pusiera de nuevo a pedalear, José Luis subrayó la importancia de convertir en NUTS-2 la provincias del oeste de Castilla y León, es decir, León, Zamora y Salamanca, las tres que componen la Región Leonesa. Con ello, los incentivos que podrían llegar de Europa, tal y como destacó en su libro el Doctor en Ciencia Política Carlos Javier Salgado, serían cuantiosos. “No renunciamos a nada, ni al tramo Bragança-Puebla de Sanabria ni al tramo Puebla de Sanabria-León, pero el primero es de una necesidad y una urgencia extrema”.

Salí de La Bañeza a la una del mediodía y para mi sorpresa, la dirección del aire había cambiado. Lo que antes era favorable, ahora me daba de cara. Con calma atravesé la comarca del Jamuz y su río, llegué al cruce con la carretera que une Astorga con Palacios de Sanabria, pasé Nogarejas y en Castrocontrigo me dio la bienvenida el río Eria minutos antes de comer. Mientras tomaba el café y el postre, observaba atónito uno de los mayores monumentos a la vergüenza con los que cuenta este país y en el que se puede leer “Es glorioso morir por la patria”. Un homenaje a los que murieron luchando en el bando que dio un golpe de Estado en julio de 1936 y que cuenta con el escudo de Falange. Nadie, a día de hoy, se imagina una esvástica en una población alemana y que esta sea mantenida con dinero público.

A la salida de Castrocontrigo me detuve a contemplar un panel que hace referencia a los numerosos molinos con los que contaba la localidad, el reloj solar que se sitúa al lado de su iglesia y la carretera que parte hacia la comarca cabreiresa.

Después varias curvas y numerosas bajadas y subidas, llegué al límite provincial de la más septentrional de las provincias leonesas para entrar en la central, Zamora. Aquí, como indiqué al principio, la carretera cambia de nomenclatura y de titular. Quintanilla, Justel y Muelas de los Caballeros dan paso a Donado, pueblo que atesora el Santuario de la Peregrina, cuya otra data de 1888 y es protagonista de una de las romerías, la de San Marcos, que más gente reúne en la comarca.

El aire seguía sin ser mi aliado y cada vez soplaba con más fuerza. Al divisar el rio Negro me di cuenta que Palacios ya estaba cerca y que de ahí a Puebla no quedaban más de diez kilómetros. Antes de llegar al final de la primera etapa pasé por Otero de Sanabria, que el día antes había inaugurado su estación de AVE y de la que me hablaría horas después José Fernández Blanco, alcalde de Puebla de Sanabria. Sobre las seis de la tarde bajé de la bicicleta y durante varios minutos me deleite con las vistas que ofrece el puente sobre el río Tera en la parte baja de la villa sanabresa. Tras una ducha y un breve descanso, ya sin bicicleta, subiendo lentamente la cuesta que da a la parte alta de Puebla, disfruté de los corredores de madera que visten las casas que hay a ambos lados, llenas de jardineras y observadas por decenas de turistas. A las ocho de la tarde entré en el ayuntamiento, donde me esperaba José, alcalde de la villa. Una hora larga de entrevista que dio para sacar muchas conclusiones y que se resumen en una sola: “La León-Bragança es uno de los puntos vitales para el desarrollo del noroeste de Zamora y de España”.

José Fernández Blanco lleva formando parte de la Asociación Leon-Brangança desde su creación, allá por el año 2004. José empezó la conversación como la terminó José Luis, “El tramo de Brangança a Puebla es básico para la comunicación de estos territorios. No sé entiende que tan cerca tengamos unas infraestructuras tan defectuosas. Cuarenta y un kilómetros nunca supusieron tanto”. “Desde Puebla”, aclara, “ya se realizaron encuentros de folclore, rutas en bicicleta de montaña y de carretera en un solo día y por etapas. Todo, para poner en el punto de mira mediático nuestra reivindicación”, incide José.

“La primera vez que personalmente le hice esta reclamación a la Junta de Castilla y León, organismo competente de las carreteras autonómicas, fue a Juan José Lucas en el año 2001” afirmó el regidor, mientras añadía que “son muchos los puntos en común entre Tras-Os-Montes y las provincias de Zamora y León. Las mascaradas, el paso fronterizo durante las dictaduras, la emigración y un largo etcétera”.

Son muchos los puntos en común entre Tras-Os-Montes y las provincias de Zamora y León. José Fernández Blanco, alcalde de Puebla de Sanabria

José indicaba que la excusa que puso la Junta de Castilla y León siempre fue económica, “ahora tenemos los Fondos de Recuperación. La pelota está en el tejado de Juan Carlos Suarez Quiñones, Consejero de Fomento. Lo único que tiene que hacer es presentar un proyecto serio al Gobierno de España para que esta vía opte a los fondos.” El Gobierno Portugués y la Cámara de Bragança ya tramitaron la solicitud de dichos fondos y plantearon un ancho de carretera de doce metros de ancho, mientras que la Junta de Castilla y León sigue sin presentar su proyecto y el que plantea para la parte zamorana es de un ancho de siete metros. “Estos fondos”, continúa Fernández, “supondrían una inversión de treinta millones de euros en la parte portuguesa y de veinte millones en la parte española. No sé entendería que la Junta no los solicitase”.

Otro de los puntos en los que tanto Del Riego como Fernández hacen especial hincapié es en la comunicación aérea y ferroviaria que hay a ambos lados de la raya, a saber, el aeródromo de Bragança y la estación de AVE de Otero de Sanabria. La estación de tren fue inaugurada hace escasas fechas entre alguna crítica por el escaso número de personas que puedan utilizarla. “Es un servicio muy importante para la zona, si dejamos a todos estos pueblos sin conexión ferroviaria, sería un nuevo mazazo. El área de influencia es muy grande”, explica José. En cuanto al aeródromo de Bragança, indica que “con la conexión por carretera los vecinos y vecinas de todas estas tierras podrían estar comunicados vía aérea con diversos lugares del mundo, algo impensable hasta la fecha y que está al alcance de la mano. Tener en cuarenta kilómetros una parada alta velocidad y un aeródromo que estén conectados es básico”.

Terminando la entrevista, José Fernández comenta que el área del bajo Miño, donde la conexión entre Tuy y Valença es una realidad y supone una fuerte inyección económica para ambas zonas. “Nosotros solicitamos lo mismo para Tras-Os-Montes y Sanabria. Insisto en que siempre estuvo la justificación económica, ahora, con los Fondos de Compensación, ya no hay excusa posible”, finaliza con una sonrisa el regidor.

Al finalizar la entrevista me dirigí a cenar a uno de los múltiples restaurantes de Puebla donde pedí comida de la zona, siempre que se pueda, hay que apoyar lo local, sus habitantes y el planeta nos lo agradecerán. Para bajar la cena di un paseo largo y tendido con Daniel Boyano, geógrafo ambiental, montañero y miembro de la Asociación para el Estudio de la Montaña Cryosanabria por la orilla del río Tera, donde me enseñó uno de los dibujos que hicieron en apoyo al senabrés, variante en la zona de la lengua asturleonesa. Al terminar el paseo me despedí de Daniel y me fui a descansar, ya que al día siguiente me esperaba la segunda parte del viaje, Puebla de Sanabria-Bragança.

👉 Continúa en la segunda parte

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