El verano en la sanidad rural de León: pueblos llenos y menos médicos que nunca

Protesta por la situación en la sanidad en Castrotierra de Valmadrigal este sábado 31 de julio

Antonio Vega

En Castrotierra de Valmadrigal el pasado 28 de julio esperaban que el médico acudiera a una de las escasas dos citas que se habían fijado este pasado mes para atención presencial. Pero ni hubo atención médica, ni atención de enfermería, ni ninguna explicación. La situación de este pequeño municipio de poco más de un centenar de habitantes llevó este último día del mes de julio a sus habitantes a manifestarse pidiendo una atención sanitaria digna.

El sábado decenas de vecinos se concentraron ante la sede consistorial para reclamar la vuelta de la atención médica, muy afectada ya con la pandemia pero que no ha logrado volver a unos mínimos que satisfagan las necesidades de su población, muy envejecida. Y además, en verano su población se duplica, por lo que consideran que los días de consulta presencial de médico y enfermera deberían, como mínimo, mantenerse.

El alcalde, Agustín Alguero (PSOE), fue el convocante de la protesta, indignado por la situación, “Nos abandonaron del todo hace tiempo, conseguimos que vinieran una vez a la semana después de lo peor de la pandemia, luego ha sido dos veces al mes, y ahora solo una vez al mes”. Este 31 de julio los vecinos ni siquiera sabían si iba a haber atención médica presencial en el consultorio durante este mes de agosto, al no haber información desde la consejería de Sanidad. “Ahora justo ha venido mucha gente de vacaciones, hay gente muy mayor que no se puede desplazar y la situación no se puede consentir”, valora el regidor.

La situación en este municipio es además ahora que sus vecinos no saben dónde acudir al médico, si a la localidad de Joarilla de las Matas (a 12 kilómetros) o a la más cercana de Vallecillo (3,5 kilómetros). En todo caso, el centro de salud de referencia y de urgencias está en Sahagún, a 21 kilómetros.

Para el alcalde de Castrotierra de Valmadrigal es urgente abordar la situación de la sanidad rural “Los que nos están diciendo lo de llenar la España Vaciada, llenarla de qué. Si no tenemos médico, qué hacemos aquí”. Agustín Alguero cree que el gasto en sanidad debe ser prioritario “Que el dinero lo gasten en sanidad. Yo me hago de cruces como hay gente que cobra mucho dinero y no se gasta en esto, que siempre que se pone uno malo nos acordamos de los médicos”. Y hace una reflexión, “Igual es más necesario contratar un médico que llenar los bolsillos de un político”.

Lo que ha pasado en Castrotierra de Valmadrigal es un ejemplo de lo que acontece a lo largo y ancho de las nueve provincias de Castilla y León, que no encuentra personal sanitario para cubrir ni tan siquiera todas las vacaciones de su personal, muy sobrecargado ya tras un año y medio de pandemia.

La Junta de Castilla y León lo reconoce, faltan médicos y enfermeras, especialmente en la Atención Primaria que se ha llevado la peor parte de la pandemia en esta quinta ola. La consejera de Sanidad, Verónica Casado, asegura que hay un problema de “oferta y demanda” y defiende que los contratos que ofertan son buenos y que si no se cubren es porque falta personal “en toda España”. Su solución es, de momento, tirar de “medidas organizativas porque refuerzo con personas no hay”. Pero los sindicatos responden a la consejería de Sanidad, “No hay, porque huyen”, asegura el sindicato UGT, que denuncia que los sanitarios no formalizan contratos en Castilla y León por las malas condiciones laborales y de conciliación que ofrece el Gobierno autonómico. Para Casado la fórmula de retención pasa por reformar el sistema de contratación y pide más volumen de formación al Ministerio de Sanidad, incluyendo subir las plazas universitarias de medicina y enfermería.

Este año las tasas de reposición en verano (sustituciones del personal sanitario) no han llegado a los porcentajes pactados, del 70% en Atención Hospitalaria y 60% en Atención Primaria. Una situación que el sindicato Satse de enfermería no para de denunciar con escaso éxito, “Las enfermeras están realmente sobrecargadas de trabajo y agotadas y es necesario que se adopten medidas que palíen la situación”, explicaban ya a principios de julio en el inicio de la quinta ola. La falta de contratación contrasta con datos como que sólo la Universidad de León gradúa cada año a más de un centenar de enfermeras y enfermeros entre sus dos escuelas.

El verano ha agravado la situación, ya que el personal sanitario asume mucha más carga de trabajo derivada de los desplazamientos. Solo en la primera mitad de julio CSIF cifraba en más de 90.000 el aumento de las tarjetas sanitarias, “Pero el escaso personal sanitario no puede con ello y los ya caóticos centros de salud han saturado, de manera más grave en el medio rural”, denunciaban.

Inversiones hechas pero sin usar

Antes de la pandemia el Gobierno autonómico de PP y Ciudadanos abordó la reforma de la sanidad rural de Castilla y León con el llamado 'Plan Aliste', que cambiaba la atención en los consultorios de ser presencial a atención con cita previa o telefónica. La pandemia aceleró este plan de forma imprevista, cerrando todos los consultorios y limitó la atención a ser exclusivamente por teléfono.

En mayo de este año, al final de la cuarta ola la consejería de Sanidad que dirige Verónica Casado anunció la reapertura de los consultorios con atención presencial, pero ha sido muy irregular por las distintas provincias. El plan de la consejería actual es mantener un 50% de atención telefónica y un 50% de forma presencial. Además ha exigido a los municipios que inviertan en las condiciones de sus consultorios para adaptarse a las exigencias de la pandemia. Pero aunque muchos lo han hecho de nada ha servido, la atención médica este verano es muy inferior a la de otros años. Un ejemplo es el ya citado Castrotierra de Valmadrigal, que pagó unas obras para separar la enfermería de la consulta médica y compró todo tipo de material como una camilla, un ordenador o incluso termómetros. “Si hemos gastado un dinero pero al menos estuviéramos un poco atendidos”, lamenta el alcalde ante el esfuerzo que ha supuesto para la pequeña localidad el gasto.

Otro municipio que sufre la falta de médicos este verano es el de Benuza, en la despoblada comarca de la Cabrera, la llegada del verano ha provocado la caída drástica de la disponibilidad de atención médica. Su alcalde, Agapito Encina, denuncia que si bien fueron uno de los pocos municipios que durante la pandemia sí mantuvieron la consulta presencial, la llegada de julio ha dejado a sus 5 localidades con apenas un día de atención al mes. Y eso que en verano duplican la población de sus casi 500 habitantes.

“No entiendo cómo puede ser que cuando estamos mejor de la pandemia y hay más gente en los pueblos ahora no tengamos médico”, explica Encina. Sólo los días 1, 5, 7, 9 y 12 de julio hubo atención médica y enfermería en cada una de las localidades, remitiendo para el resto de días al centro de salud de Puente de Domingo Flórez, a 17 kilómetros, o bien ya acudir hasta el Hospital del Bierzo ubicado en Ponferrada.

Prendas blancas de protesta

Esta semana varias organizaciones agrupadas en la llamada Coordinadora de la España Vaciada en Castilla y León animaron a los habitantes de los pueblos a realizar un gesto reivindicativo sobre la situación sanitaria en el mundo rural. Su propuesta era colocar una prenda blanca en los balcones o ventanas “para hacer ver la necesidad de que seamos atendidos en nuestros consultorios locales con personal y medios suficientes”. Las organizaciones creen que la actual escasez de medios “no es fruto de la situación sanitaria actual, sino que es el resultado de años de desinversión y olvido que se ha tenido desde la Consejería de Sanidad hacia los pueblos, deteriorando de forma continua los recursos materiales y personales de la atención primaria rural”.

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