La Región Leonesa queda rezagada en la vacunación completa de sus mayores por el reparto de la Junta

Conteo de vacunas. // César Sánchez / ICAL

Jesús María López de Uribe

Los números cantan. Otra vez. La única diferencia en la pauta común de los repartos de la Junta de Castilla y León para las nueve provincias de la comunidad autónoma es que Valladolid no es la primera en protección completa de sus mayores de 80 años con la vacuna del coronavirus, sino que son Soria y Segovia con nueve de cada diez.

La Región Leonesa se ha quedado muy rezagada respecto a las seis provincias de la castellana en esta comunidad autónoma, que tienen un 74,7% de mayores completamente protegidos. En concreto, las cifras de vacunación con pauta completa en las tres del País Leonés están 25 puntos por debajo: un 48,5%. Ni la mitad. La media autonómica es, con el impulso dado en la parte de Castilla, de dos de cada tres: un 66,1%.

Por provincias, la última de todas (según los datos abiertos de la Junta a fecha de 14 de abril) es la leonesa. Tan sólo un 44,1% de los mayores de 80 años habían recibido las dos dosis en esa fecha. Por la cola, le sigue Salamanca con un 46,2%. Las dos, con menos de la mitad que en Soria, con un 94,5%, y Segovia (92,9%). Zamora, la más avanzada del País Leonés, es la tercera por detrás y ni siquiera llega a la media de la comunidad autónoma con un 61,2% de mayores completamente protegidos.

En las demás provincias Palencia (76,9%), Ávila (74,8%), Burgos (72,2%) están por encima de la media autonómica. Sólo Valladolid está por debajo, con un 64,9%. Sin embargo, ninguna de las provincias leonesas llegan al porcentaje de la provincia central de la Comunidad. En Soria casi todos los mayores están protegidos por completo, e incluso el 37% de la población general ya tiene la primera dosis, y así lo han conseguido: teniendo menos población reciben de media muchas más vacunas que las provincias leonesas.

Reparto 'igualitarista' que perjudica al País Leonés

En números totales, las provincias con más mayores de 80 años –según los datos de tarjetas sanitarias de Sacyl en diciembre de 2020– son León, con 45.923 y Valladolid, con 36.749; seguidas de Salamanca (31.694) y Burgos (con 29.197). Zamora es la que más tiene de las demás, con casi veinte mil (19.957). Le siguen Ávila (14.753), Palencia (13.803), Segovia (12.182) y Soria (8.989).

Sin embargo, los mayores con pauta completada el 14 de abril eran 23.851 en Valladolid, 20.235 en León, 21.704 en Burgos, 14.849 en Salamanca, 12.203 en Zamora, 11.322 en Segovia, 11.034 en Ávila, 10.612 en Palencia y 8.496 en Soria.

De esta manera, de los 213.235 mayores de ochenta años en toda la comunidad autónoma, dos terceras partes, 133.676, tienen vacunación completa. En las seis provincias castellanas son 86.389, el 64,6%. Los leoneses son 47.287 (el 36,4%). Y mientras en la parte de la región castellana quedaban 29.284 (un 25,5%), en las tres provincias leonesas faltaban más del 51,5% (50.227). Es decir, cerca del doble de mayores leoneses que castellanos estaban pendientes de la segunda dosis (la primera inoculación, de media, sí está en nueve de cada diez en toda la comunidad autónoma).

Sin embargo, la provincia leonesa es la que más dosis de vacunas ha recibido, dos mil más que Valladolid, seguida de Salamanca. ¿Cómo es posible entonces que haya tantísima diferencia entre las dos regiones de la autonomía? Pues porque la Junta de Castilla y León ha efectuado un reparto igualitarista entre las nueve provincias disponiendo una ligerísima modificación por edad, justo para conseguir unos números que las provincias leonesas reciben unas pocas más vacunas que las castellanas.

Sin embargo, de media, en cada provincia castellana hay 19.300 mayores y en las leonesas 32.500. La diferencia es que en el País Leonés hay un 68,4% más de mayores. De esta manera, la consabida política de que todas las provincias han de ser “tratadas por igual” resulta en que los leoneses no pueden decir que no han recibido más viales. Pero al obviar las enormes diferencias en mayores, quedan las provincias leonesas claramente rezagadas con respecto a lo que queda de la región de Castilla La Vieja en la Comunidad.

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Estas cifras se agravan aún más entre los 80 y los 89 años, el grupo mayoritario de todos ellos (las tres cuartas partes de los 97.500 mayores de más de ochenta que hay en la Región Leonesa). En León y Salamanca no llegan los segundos vacunados al 29% y en Zamora al 48%. En el tramo de más de noventa años, León está al 75% de vacunación total, y Zamora y Salamanca sobre un 87%. En las provincias castellanas, en el primer tramo ni una sola baja del 60% (y la mitad pasan del 90%) y en el segundo, en el de los más mayores, la más baja es Segovia (85%) y en Valladolid se han vacunado a todos los hombres y el 98% de las mujeres de esa edad siendo la única provincia donde casi todos están protegidos, incluso por encima de Soria.

¿Más prioritarios los abuelos castellanos?

¿Es que la Junta considera prioritarios a los más mayores de Valladolid y de Castilla en vez de a los de las provincias leonesas donde hay bastantes más y corren más peligro? Las cifras están ahí –en la política de vacunación de Castilla y León contra el coronavirus beneficia tener menos abuelos y perjudica haber tenido más muertos– e indican que la totalidad de los abuelos leoneses estarán protegidos entre tres semanas y un mes más tarde que la gran mayoría de los castellanos, ya que esos días hay que esperar para comenzar la segunda inoculación.

Lo que queda bastante claro, con todos estos números, es que la planificación de repartos igualitarios en provincias tan diferentes –por lo que algo durante siglos se les consideró territorios y regiones diferentes–, perjudica persistentemente a la misma región: la leonesa. La tan cacareada unidad y el “modelo de éxito” de Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León sólo parece revertir positivamente, con cifras constantes de forma pertinaz, en una de las dos que conforman la actual autonomía. Y perjudicar, otra vez más, a la que no quiso pertenecer a este marco territorial que le fue impuesto.

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