La volátil trazabilidad en el rastreo de casos Covid en León causa preocupación

Carpa para test PCR del SARS-CoV-2. // Peio García / ICAL

Jesús María López de Uribe

En el peor momento de la segunda ola de la pandemia, la trazabilidad de los casos diagnosticados de contagios de SARS-CoV-2 en la provincia de León –la capacidad de rastreo del origen de la infección– se colocó en poco más de un 35% y el 4 de enero los datos de la Junta de Castilla y León mostraban que sólo en el 42,14% de los detectados se podía saber su origen, aunque días antes era del 60%.

Unos datos que preocupan ya que indican una volatilidad muy importante de los datos justo cuando se van a cumplir las primeras dos semanas después de Nochebuena y Navidad, en la que se deberían empezar a conocer si el aumento de casos detectados volvía a poner la situación similar al primer tramo de la curva de la segunda ola.

Para hacerse a una idea, los datos del 3 al 4 de enero indicaron que se había pasado de 36 a 140 personas infectadas detectadas con pruebas. Aunque el problema más serio es la falta de confianza en que los datos de los últimos días sean los más precisos, dada la posibilidad de que haya retrasos en las notificaciones debidas a las vacaciones de los funcionarios.

La tasa de incidencia acumulada a 14 días bajaba contradictoriamente de domingo a lunes de 145,22 a 144,35 casos por cada 100.000 habitantes en la provincia; aunque a siete días subía de 60,87 a 67,61. Las pruebas positivas pasaban a ser del 8,86% al 9,91%. Además el índice de reproducción, que el lunes era el más bajo de la Comunidad con un 1,11, supera al de Burgos y Palencia y se establece en 1,26 frente a la media autonómica de 1,43. Por encima de 1 crecen los contagios.

Saúl Ares: “Esto es un aviso”

Consultado por iLeon.com, el investigador berciano del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) Saúl Ares reconoció que si están subiendo los casos de nuevo “esto es un aviso” de lo que podría pasar, “que se pueda estar iniciando una tercera ola”; aunque también “depende de la fiabilidad de los datos, debido a las vacaciones de Navidad de los funcionarios; aunque esto se irá ajustando cuando vuelvan a sus puestos de trabajo”.

“Es lógico pensarlo así porque ha habido más contactos estos días de fiesta y que haya una mayor diferencia de la trazabilidad dependiendo de los días se puede deber a que hay más gente moviéndose y sobre todo los jóvenes, que casi no sufren consecuencias del coronavirus, se mueven más entre ellos y se contagian,y, sin saberlo van a casa y como portadores asintomáticos expanden el virus sin que nos enteremos. Con lo cual es posible que tras las fiestas empecemos a ver un goteo de más casos entre la gente mayor”.

Ares indicó que hay que esperar a ver cómo se comportan los datos en estos próximos días para poder decir si se puede producir una tercera ola que, apunta, “en el Reino Unido crece a lo bestia”. La curva de contagios en esta tercera ola en las Islas Británicas (Irlanda incluida) multiplica por tres a la de la primera y hasta el propio Boris Johnson ha decretado un nuevo confinamiento, cerrando hasta los colegios.

Las autoridades piden confinar

La propia consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León ha reconocido en público que, si por ella fuera, confinaba de forma estricta a los ciudadanos al menos dos semanas después de las vacaciones, incluso pidiendo un “confinamiento total”, quejándose incluso de que la legislación no les deja. Hoy mismo en el programa nacional 'Más de Uno' de Onda Cero ha reconocido que lo ha solicitado al ministro de Sanidad, Salvador Illa, en una conversación. De hecho, las informaciones nacionales, como esta de elDiario.es, indican que España afronta el final de las Navidades en plena escalada de contagios y con siete comunidades en riesgo “muy alto” en sus UCI.

Ares, que es un físico especializado en la modelización de las pautas de contagio de enfermedades, explicó que “aunque en León haya parecido bajar la incidencia estos días, la tendencia puede cambiar y darnos un disgusto”. “La cosa no pinta bien, se ve cómo todas las autoridades quieren poner más medidas de restricciones y eso indica la preocupación que hay por los efectos de los contactos de estas fiestas navideñas”, confirma.

La vacuna no parará la tercera ola

La cuestión que se podría preguntar la gente es si la vacuna podrá parar la tercera ola. Es improbable, según Saúl Ares. “No ha dado tiempo a que se pueda conseguir la inmunidad de grupo, ya que para eso tendríamos que estar vacunados más del 70% o el 80% de la población”, considera.

Así que es muy probable que pueda ocurrir una tercera ola durante la campaña de vacunación de los mayores. Sin embargo, no es capaz de definir qué podrá ocurrir en España, “porque es cierto que en el Reino Unido la mayoría de la gente no estaba usando las mascarillas y pasaba de todo”; y porque España pasó la segunda ola mucho antes “porque decidimos que aquí en verano habíamos vencido al virus y permitimos el turismo, lo que causó el aumento”.

“Pero cuando empezó el aumento de casos en Europa estábamos nosotros con las medidas más fuertes y resulta que nos ha pillado a contrapelo y mucho más concienciados en este inicio de la tercera ola, pero claro, en vacaciones nos hemos relajado un poco más. Todo indica que los próximos meses serán un tobogán de medidas: cerrar, soltar, abrir, para ir compensando”, terminó el científico berciano.

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