El cambio de amortiguadores, una respuesta de seguridad en los vehículos

Imagen del sitio repuestoscoches24.es.

Los coches disponen de un elemento de seguridad imprescindible que consta de un muelle, gases, barra de torsión, líquidos y detalles de goma. Se trata del amortiguador, cuya labor la notan principalmente el conductor y los pasajeros al regular algunas disfunciones durante los trayectos, esas modulaciones del terreno a las que responde suavizando su impacto en el vehículo. Y lo hace de manera sencilla: el muelle que recibe ese 'golpe' transforma la energía recibida en calor, que a su vez calienta el aceite.

Los amortiguadores se dividen en tres categorías: hidráulicos, de gas y soplados. La válvula, el nodo 'central' del mecanismo, se mantiene esencialmente invariable en cada caso. La principal diferencia estriba en la disposición de un cilindro exterior: presente en los hidráulicos y soplados y ausente en el de gas.

La vida útil de los amortiguadores de la suspensión oscila entre los 100.000 y los 120.000 kilómetros recorridos. El desgaste de los bujes de montaje o del sellado de la barra, la deformación de su estructura y la avería de la válvula son sus problemas más recurrentes.

¿Cómo se hacen visibles los problemas en un amortiguador? Los usuarios pueden detectar defectos por la presencia de manchas por fugas del fluido de trabajo o empeoramiento de la capacidad de agarre y control del vehículo. Otra manera de descifrar posibles disfunciones es cuando el conductor percibe un retraso en la respuesta del volante a la hora de girar en tramos de carretera irregulares. Y también se hacen palpables si existe un desgaste desigual de los neumáticos, lo que apunta hacia un defecto en los puntales de los amortiguadores.

La sustitución, en los talleres

La sustitución de los amortiguadores es tarea exclusiva de los talleres. El diagnóstico se puede realizar en un banco de vibraciones o en un banco de pruebas. En el primer caso, el coche se fija en el área del banco y se toman lecturas de la oscilación axial que son inmediatamente comparadas con las especificaciones del fabricante. En el segundo se realiza la comprobación de la fuerza de amortiguación, para lo cual se precisa desmontar los amortiguadores delanteros o los traseros dependiendo de la localización del componente defectuoso. A la hora de comprobar la base de montaje, los puntales de los amortiguadores y otros elementos, se debe colocar el coche en la plataforma elevadora para poder inspeccionar los componentes.

Y en lo que se refiere al propio proceso de sustitución de los amortiguadores, el coche ha de elevarse y los pernos que sujetan el puntal de los amortiguadores delanteros a las manguetas de dirección deben ser desatornillados. A continuación, el manguito del sistema de freno debería desconectarse del puntal, desatornillar la fijación de la base de montaje del amortiguador delantero y retirar el puntal.

Los elementos de la nueva unidad se montan en el orden inverso. Así, el puntal del amortiguador trasero será sustituido de forma similar. Si los puntales son desmontables, sólo podrán cambiarse los cartuchos de los amortiguadores. Y la firma recuerda que los dos componentes de un eje deben ser cambiados en caso de avería de uno de los amortiguadores.

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