El partido de la dignidad

Los leoneses quieren luz verde para su propia autonomía.

David Díez Llamas

Recuerdo unas palabras de Julio Anguita que decían que había que votar a aquellas personas que actuasen desde la dignidad y la honestidad. Incluso afirmaba que no importaba que fueran de derechas si basaban su actuación en esos principios, el sería el primero en aconsejar votarles.

También decía que no llegaba a entender a aquellos compañeros que levantaban el puño y les preguntaba si es que era para hacer gimnasia. Decía todo esto un político que pertenecía al partido comunista y que era respetado por todos, tanto por su talante personal como por su aportación intelectual. Le echamos de menos.

Yo también creo que es necesario rescatar esos valores personales y que ellos se pueden encontrar con independencia de lo que pueda ser la forma de pensar de cada uno. No puedo entender que el señor Cendón dé una rueda de prensa diciendo que “todos saben que esta Comunidad Autónoma la componen dos regiones” y justo a su lado su compañera en esa misma rueda de prensa se refiera a una de esas regiones como “el oeste de la Comunidad”. Diría que eso le aleja del “partido de la dignidad” y más bien le aproxima al de “obedece al poder y calla”. Son muchos los que dentro de su partido se han rebelado por cuanto han primado los intereses de la ciudadanía respecto a lo que pueda decir su estructura organizativa.

También puedo ver comportamientos semejantes en el señor Silván. Arremete contra el alcalde José Antonio Díez entre otras cosas por la obra que tiene previsto hacer en Ordoño II. Yo también coincido en que en estos graves momentos sería mucho mejor utilizar ese dinero en atender otras necesidades y no veo que ello vaya a mejorar la ciudad. Sin embargo la credibilidad del Señor Silván cae en picado cuando apoya el mantenimiento de la que fue Fundación Villalar y ahora se llama de Castilla y León. Es decir si hay que ajustar los presupuestos, habría que hacerlo también con esa Fundación y que ese dinero se destinase a los muchos sectores que lo están pasando francamente mal.

Por todo ello a veces pienso que Cendón y Silván tienen más puntos en común que Cendón y José Antonio Díez. Uno y otro parecen que tienen como misión principal “meter a los leoneses en cintura”. Por ello mismo en su momento fue posible una foto de Silván con el alcalde de “todo para Valladolid”, algo que sin embargo sería impensable ahora (por mucho que los dos alcaldes pertenezcan al mismo partido).

La indignidad de la 'Mesa por León' contra el leonesismo

Es toda una indignidad que se diga que la llamada 'Mesa por León' tenga como objetivo principal “acallar la reivindicación leonesista” y no tanto solucionar los problemas que nos atañen. Desde esa posición es normal que la ciudadanía muestre su más absoluta desconfianza respecto de su funcionamiento. Para que eso funcione, lo primero debe ser que recoja la representación de las sensibilidades y demandas de la ciudadanía.

Pero cuando ni siquiera la mayoría de las personas que se sientan en esa mesa proceden del ámbito leonés pues se entiende perfectamente esa desconfianza. Parece más una mesa para “meter a los leoneses en cintura” y acallar sus voces que para intentar buscar soluciones.

El partido de la dignidad se va abriendo paso en muchos municipios y juntas vecinales. Son aquellos que saben lo que desean los vecinos que les han elegido. En función de ello optan por considerar que deben primar a las personas que les han votado por encima de las presiones indignas de algunos mandatarios de su partido. Como la dignidad es un valor personal podemos encontrar en ello a personas de todos los partidos políticos.

Es demasiado burdo el considerar que los culpables “son los otros” y que cuando “nosotros lleguemos al gobierno” se superara esa situación. Los otros gobiernan en muchas otras ciudades, regiones o lo han hecho a nivel de España. Si la culpa fuera en exclusiva de esos otros ello significaría que allí donde gobiernan los resultados serían similares.

León vs. Murcia

Pero claro, los datos los desmienten por completo. Tanto Murcia como Castilla y León han sido generalmente gobernadas por el PP. Las evoluciones en población desde 1981 han sido bien distintas. Así mientras Murcia en ese período ganaba 549.109 habitantes, la Región Leonesa perdía -153.882. Alguien tendría que explicar cómo es posible resultados tan dispares si en ambos casos gobierna el mismo partido. Para mí la respuesta es clara, las causas de esa evolución tan negativa no son coyunturales (el gobierno de un determinado partido) sino que son estructurales en base a la imposición de un marco autonómico no deseado por los leoneses.

El pasar de ser la Región Leonesa a convertirnos en el 'Oeste de esta Comunidad' no está saliendo precisamente gratis. A lo mejor es el momento de que estos indios recuperen la dignidad y se rebelen frente a tanto atropello. ¡Ah! les confieso que de niño yo siempre simpatizaba más con los indios. Hoy también.

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