Las cifras de Aucalsa hacen casi imposible la liberación del peaje de la autopista a Asturias

Cabinas de pago del peaje en La Magdalena de la autopista León-Asturias AP-66.

El presupuesto completo de la Diputación de León para casi todos los municipios de la provincia de León durante más de tres años. 437 millones.

Eso es lo que asegura Aucalsa, la empresa que gestiona el peaje de la autopista León-Asturias (AP-66), también lamada en Asturias la autopista del Huerna, que le falta para recuperar la inversión que ha hecho desde 1975 en la autopista que une la provincia leonesa desde La Vorgen del Camino con el Principado, tal y como informa Lavozdeasturias.es.

Con estos números, y una concesión prorrogada por el asturiano Francisco Álvarez Cascos cuando era Ministro de Fomento a pocos días de finalizar el Gobierno de José María Aznar, resulta complicado pensar que la vía sea liberada y pase a ser gratuita, como ocurrió el año pasado con varias autopistas nacionales.

La supresión del peaje es una vieja reivindicación de las sociedades leonesa y asturiana que cobra actualidad periódicamente. Ahora, con la reapertura de las fronteras entre comunidades, los viajeros tendrán que volver a rascarse el bolsillo para entrar y salir del Principado, de ahí que el asunto vuelva a estar encima de la mesa.

Además, esta libertad de movimientos coincide con la publicación del Informe 2018 sobre el sector de autopistas de peaje en España, elaborado por la Delegación del Gobierno en las Sociedades Concesionarias de Autopistas Nacionales de Peaje, que es el que arroja datos sobre la situación de todas las vías españolas.

Ese estudio cifra en 654 millones la cantidad desembolsada por Aucalsa desde el inicio. De esa cantidad, solo ha recuperado un tercio, exactamente 216 millones. Por tanto, los conductores de la región deberían desembolsar otros 437 millones para que la inversión de la compañía fuese rentable, según sus cálculos.

Aucalsa tiene la concesión de la autopista hasta 2050. Aunque en un principio estaba previsto que esta finalizase en 2029, una prórroga concedida con Francisco Álvarez-Cascos como Ministro de Fomento permitió a la empresa aumentarla. Al final será una concesión de 75 años, la más larga de España junto a la AP-9 y a la AP-53.

El mismo informe recoge que en 2018 Aucalsa ingresó 39,5 millones solo por el cobro del peaje en 2018. Además, recibió 1,5 millones agrupados dentro de la categoría “otros ingresos, subvenciones, cuenta de compensación”. Con todo, y después de descontar los gastos de mantenimiento, las amortizaciones y el pago del impuesto de sociedad, el resultado del ejercicio fue de un beneficio de 4,1 millones.

Esa amortización del 33% de la inversión choca con la registrada en el conjunto de las autopistas españolas de peaje, que tiene una amortización media del doble.

La única con peores cifras es la AP-9 de Audasa, con el 30%. Esta baja amortización contrasta con otro dato, ya que el informe refleja de nuevo que la vía que une Asturias con la meseta es la que tiene un coste por kilómetros más elevado de España. Por último, el estudio también recoge que desde que el 1983 comenzase a cobrarse el peaje, los ingresos de la empresa por esta vía suponen 834 millones. Al ritmo de ingresos de 2018 (39,5 millones), en los 30 años que les queda de concesión ingresarían otros 1.200 millones.

Liberación de peajes en España

Después de liberarse y hacerse gratuitas en el 2018 la AP-1 (Burgos-Armiñón); en el 2019 la AP-4 (Cádiz-Sevilla) y la AP-7 (Tarragona-Alicante), y el turno para eliminar las barreras le llegue el 31 de agosto del 2021 a la AP-2 (Zaragoza-Mediterráneo) y dos nuevos tramos de la AP-7, Asturias y León aún tendrán que seguir pagando durante décadas por utilizar sus viales de alta capacidad.

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