La Junta incumple por tercer año su promesa de ejecutar en León un centro de atención para animales silvestres

Suárez-Quiñones en el Centro de Recuperación de Aves Silvestres (CRAS) de Burgos. / Ricardo Ordóñez / ICA

León tendría que ser desde hace tres años un centro más de la red de la Junta de Castilla y León para la recuperación de animales silvestres, uniéndose a los existentes en Valladolid y Burgos, los conocidos como CRAs (Centro de Recuperación de Animales Salvajes).

A ello se comprometió hace casi tres años el propio consejero de Fomento y Medio Ambiente, el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, que ha vuelto a repetir contra pronóstico en el Gobierno autonómico con la misma cartera.

Ese compromiso, amén de verbal, se selló en un convenio marco firmado en León en noviembre de 2016 con el rector de la Universidad de León, Juan Francisco García Marín. Y recogía el compromiso autonómico de que el Hospital de Fauna de la Facultad de Veterinaria de León actúe como centro de recuperación de la fauna silvestre, como lo son el vallisoletano o el burgalés.

A punto de cumplirse los tres años, aquel compromiso de impulso por parte de Suárez-Quiñones sigue sin materializarse. Porque para concretar aspectos vitales de esa colaboración, como el económico, pero no sólo ese, sería imprescindible que la Consejería hubiera firmado ya un convenio específico que concrete ese apoyo prometido.

Ese nuevo convenio, reconoce a día de hoy el rector García Marín, debería establecer detalles vitales como la financiación y reparto de costes, las especies que albergaría el centro leonés, el protocolo que regiría en sus tareas de recuperación, cómo se articularían los ingresos y altas o si en estas últimas se derivaría después a los animales al centro de la Junta en Valsemana, donde se mantienen a los ejemplares antes de reintegrarlos a su medio natural.

El 'toque' del rector

La falta de firma del convenio específico no significa que el hospital veterinario de la Universidad no tenga actividad, admite el rector. “Hacemos cosas, la verdad, tenemos bastante actividad pero lo hacemos por nuestra cuenta; yo ya se lo he recordado recientemente al consejero”, admite.

Y de momento, poco más que las mismas buenas palabras que hace tres años. Es decir, la Junta sí deriva algunos ejemplares localizados heridos en la provincia, pero no contribuye a los gastos, por ejemplo.

Necropsias, las justas

Otra cosa son las necropsias, es decir, las autopsias que es necesario a hacer a ciertos ejemplares de especies protegidas y fallecidas, como osos pardos o urogallos por poner algunos ejemplos. Marín, experto en la materia, reconoce que “necropsias llegan, aunque podrían llegar más, y sigo pensando que a la Junta saldría muy beneficiada”. Por ejemplo, de no tener que desplazar ejemplares muertos a Asturias o Valladolid.

Buitre, oso y urogallo, todos a Valladolid

La situación actual deja casos llamativos y poco razonables. Por ejemplo, como más reciente, que el extraño ejemplar de buitre negro capturado aparentemente herido en latitudes tan poco habituales como Soto de la Vega, cerca de La Bañeza, que fue trasladado a las dependencias de Valladolid.

Algo que ha ocurrido también en casos el oso pardo encontrado en avanzado estado de descomposición en Burón el año pasado, que provocó una dura crítica política a Suárez-Quiñones por parte de UPL por llevarse igualmente al CRA pucelano.

O el aparentemente más grave caso de un urogallo en un parque eólico, que no solo podría demostrar la nefasta incidencia de estas instalaciones para esta especie al borde de la extinción, sino que amén de un traslado y necropsia en Valladolid, permaneció sin control congelado un largo tiempo antes de que iLeon.com desvelara este extraño caso.

El convenio, al detalle

En aquel convenio de 2016, la propia Junta destacó “las áreas concretas de colaboración incluyen que en el Hospital de Fauna de León se realizarán diferentes servicios de diagnóstico, asistencia clínica y hospitalaria de animales silvestres, prestará su contribución al banco de recursos genéticos de muestras biológicas, la realización de análisis microbiológicos y toxicológicos, así como estudios anatomopatológicos y genéticos, todo ello en relación con especies silvestres como una formación práctica para los alumnos e investigadores”.

Así se reparte la red... los animales

En el último año del que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ofreció datos oficiales de la actividad de los CRAs, 2017, la red de centros recibió a un total de 4.589 ejemplares, siendo los de Burgos (1.975) y Valladolid (1.587) los que mayor número de animales acogieron, con diferencia.

En cuanto a la clase faunística, las aves, con 3.465 ingresos, el 76%, representaron el mayor tipo de animales ingresados en estos centros, seguidos de los mamíferos, con 910 ejemplares, el 20%.

Y la procedencia de los ejemplares ingresados estaba muy relacionada con las provincias que cuentan con su propio centro de recuperación o recepción de fauna; es decir, que más del 50% de los ejemplares ingresados procedía de las provincias de Burgos y Valladolid. Por último, más del 52% de los animales que entraron vivos fueron liberados en perfectas condiciones.

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