Scoot-i: la nueva forma rápida, segura y funcional de moverse por la ciudad en León

Scooti

Marta Cuervo

Las ciudades crecen y se modernizan, y con ellas se renuevan también los medios que las personas utilizan para sus desplazamientos. León no se queda atrás, y fijándose en el ejemplo de otras capitales europeas, también apuesta por la sostenibilidad a la hora del transporte, habiéndose convertido en una ciudad donde conviven diferentes vehículos de movilidad personal. Entre ellos cada vez es más frecuente ver a ejecutivos, estudiantes y ciudadanos en general circulando con un patiscooter. Uno de los más cómodos es el Scoot-i, que ofrece este tipo de desplazamientos de forma ligera, segura y eficaz, sin la necesidad de buscar aparcamiento, sin pagar el ticket de la ORA, ni el combustible.

¿Qué es y para qué sirve un Scoot-i?

No es una scooter, pero te ofrece su misma libertad. No es un patinete, pero es tan cómodo y funcional como esta tendencia de moverte con rapidez por la ciudad. El Scooti-i K1® es un scooter eléctrico, plegable, que permite una conducción fácil, divertida y sostenible, un híbrido entre patinete y scooter que toma las ventajas de cada uno de estos dos modelos de vehículos y que, de momento, no requiere ni casco, ni seguro, ni ITV. Otra ventaja es que puede circular libremente por la ciudad, respetando la normativa vigente.

Según la Legislación Española, el Scoot-i K1® está catalogado como VMP (Vehículo de Movilidad Personal) de Clase 2. Esto significa que está permitido circular con él por carriles bici y aceras.

La velocidad máxima está limitada tal y como marca la normativa a 25 km/h y la autonomía, aunque depende de varios aspectos (condiciones, peso del conductor, inclinación de la carretera...), está entre los 35 y 40 km.

El motor se encuentra en la rueda trasera y no necesita ningún tipo de mantenimiento. Tanto la parte delantera como la trasera del Scoot-i están equipadas con frenos de disco para conseguir un rendimiento del frenado especialmente bueno.

Dispone de luz tanto delantera y trasera (según versiones) y su asiento ergonómico hace que la conducción sea realmente cómoda. Su robusto chasis de aluminio y acero garantiza una gran estabilidad y la innovadora articulación permite plegarlo en un abrir y cerrar de ojos tanto para poder transportarlo cómodamente como para poder guardarlo en casa sin problema.

Tan sencillo como andar en bicicleta

La diferencia principal a nivel de usuario con un patinete vertical es, sobre todo, la estabilidad que aporta al ir sentado y tener siempre las piernas en una predisposición de auxilio en caso de pérdida de equilibrio. De esta forma, circulando en un Scoot-i, el usuario siempre podrá echar los pies al suelo cuando se interponga en su camino un peatón o tenga que subir o bajar de un bordillo, algo muy habitual en los tramos en los que se debe de respetar una velocidad reducida como en las aceras, por ejemplo.

Además, el Scoot-i es muy intuitivo, y todo aquel que sabe andar en bicicleta fácilmente se adapta a su funcionamiento. Ir sentado aporta mucha seguridad al usuario, que en los puntos necesarios puede ir 'remando' con los pies, y haciendo zig-zag de forma natural para superar los obstáculos, lo que también aporta tranquilidad a los peatones porque no lo ven como una amenaza de alguien que circula a su lado sobre un vehículo de pie.

León, ciudad pionera con Scoot-i

León es pionera en la comercialización de los Scoot-i en España, un producto equipado con primeras calidades para un funcionamiento óptimo, que se diferencia de la competencia precisamente por sus características como la capacidad de frenada -con doble freno de disco-, luces delanteras y traseras, y cuatro entregas de potencia dependiendo del nivel de conducción del usuario.

El Scoot-i es eléctrico y funciona con una batería que se recarga de la misma forma que un teléfono móvil, y que se puede enchufar directamente al punto de recarga, o ser extraída para una mayor comodidad. Así, el usuario de Scoot-i puede recargar la batería de su vehículo en unas 3 o 4 horas, con un consumo estimado de 8 céntimos por carga, lo que en una superficie llana como lo es la ciudad de León proporciona una autonomía de en torno a 30-40 kilómetros, dependiendo del peso y de la conducción. Una solución muy rentable económicamente, teniendo en cuenta que se descartan la Zona Azul y el combustible, y que León cuenta con más de 10 puntos de recarga gratuita dotados con enchufes de 220 voltios –los convencionales-.

¿Quién usa el Scoot-i?

El perfil de un potencial usuario de Scoot-i es una persona que necesita moverse continuamente por la ciudad, ejecutivos, trabajadores que viven en el extrarradio, o empleados con horario de turno partido; aunque también puede ser la alternativa al coche o moto para los desplazamientos diarios de cualquier ciudadano. También es la solución para caravanistas y campistas que eligen un Scoot-i en detrimento de una bicicleta eléctrica, ya que es mucho más ligero y ergonómico.

El Scoot-i lleva un sistema antirrobo incorporado a través de una alarma que suena en cuanto lo mueven. Funciona con un arranque sin llave, con una clave codificada, que genera combinaciones aleatorias.

Sin duda esta innovación se ha convertido en la solución ideal para ser más respetuosos con el medio ambiente, en una ciudad en la que no llueve demasiado, y en la que se disfruta de un clima cálido en verano y seco en invierno. En cuanto al precio, la horquilla abarca desde los 950 hasta los 1.300 euros más IVA, dependiendo del momento promocional y modelo.

A través de la página web se pueden elegir los modelos y colores, además de descubrir consejos de uso y la respuesta a dudas muy comunes en su sección de blog.

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