La Junta y el Gobierno deciden ahora revisar las catedrales y grandes monumentos tras arder Notre-Dame

Incendio de Notre Dame. / Foto: Anne Hidalgo

La Junta de Castilla y León y el Gobierno han anunciado hoy, cada uno por su parte, que revistarán los protocolos de gestión establecidos en todas las catedrales y grandes monumentos de la Comunidad y de España, respectivamente, con el fin de intentar evitar incidentes como el registrado ayer en París en la catedral de Notre-Dame.

La Junta, por su parte, anuncia que urgirá a los titulares de estos bienes a que se disponga “cuanto antes” de planes de emergencia para hacer frente a cualquier tipo de incidencia. El director general de Patrimonio Cultural, Enrique Saiz, reconoció en declaraciones a Ical que no es necesario intervenir “como una situación de emergencia” porque el estado del patrimonio “es bueno en general”, aunque sí apuntó a la necesidad de seguir trabajando para frenar los daños provocados por cualquier tipo de incidente.

Saiz no ocultó la mayor preocupación de la Junta por algunas iglesias rurales, que tienen un elevado valor artístico y patrimonial que se encuentran en desuso y que pueden tener “menos control” de esos riesgos, aunque recalcó que los edificios “de gran porte” se encuentran “más o menos controlados”, si bien estimó que no se puede “cantar victoria ante este tipo de hechos”. De cualquier forma, se revisarán los protocolos existentes porque si hechos como el de ayer se produce en Notre-Dame, a plena luz del día, con miles de visitantes y en un edificio de tal envergadura e importancia “no podemos decir que nunca va a pasar”.

Por su parte, el ministro de Cultura español, José Guirao, en declaraciones a RNE, ha indicado que “a raíz de esto se va a plantear por las autonomías y por el Ministerio de Cultura revisar todo este tema; es una consecuencia evidente”.

Según el titular de Cultura, las catedrales españolas “en teoría” están debidamente protegidas y, aunque ha explicado que “la seguridad al 100% no existe para los monumentos ni para nada”, sí que hay políticas preventivas “que tratan de evitar que ese tipo de tragedias puedan suceder”.

Desde la Junta, Saiz incidió en que no existe emergencia alguna en llevar a cabo la revisión de esos protocolos, lo que daría sensación de “inseguridad” y teniendo en cuenta que la situación es “buena en general”. Pero el incendio de Notre-Dame dará pie al Ejecutivo autonómico a revisar los protocolos “de los mejores monumentos”, los declarados Bien de Interés Cultural (BIC), las catedrales de Burgos y León, y también el resto de catedrales cuando se llevan a cabo restauraciones. “Ahora vamos a revisarlos con un punto más de intensidad en un testeo general de la Comunidad”, continuó.

En alusión más concreta a las 12 catedrales de Castilla y León, Saiz consideró que están “bien conservadas y bien controladas” a pesar de que algunas de ellas requieran una restauración, algo que “no significa riesgos”. En ese sentido, Saiz explicó que se está “avanzando” en un “concepto distinto” en materia de conservación que no solo pasa por la restauración, sino por la gestión preventiva del edificio una vez finalizada la intervención. “Igual que mantenemos protocolos de gestión de viviendas, con revisiones periódicas, tenemos que tener esa cultura”, reiteró Saiz.

En León, más riesgo de desprendimientos

En esta línea ya se aplican mecanismos de monitorización en el caso de catedrales como las de Palencia o Ciudad Rodrigo. “En León también nos hubiera gustado avanzar más en la gestión preventiva, estamos monitorizando, no ante el riesgo de incendios, pero sí ante riesgos de caídas y el deterioro de las esculturas”, aclaró el director general de Patrimonio Cultural. “Son otro tipo de riesgos que producen eventos inesperados y desgraciados, que también estamos trabajando en prevenirlos, con medidas activas de consolidación y mecanismos de monitorización”, dijo.

Pero la riqueza patrimonial no solo se encuentra en el exterior de los edificios, sino también en el interior, ya que hay catedrales que son “auténticos museos de primerísimo nivel”. Teniendo esto en cuenta, también hay científicos y técnicos que están elaborando protocolos y unos criterios generales editados en un manual de comportamiento ante emergencias en los monumentos. Sin embargo, Saiz aclaró que la intención es que cada edificio “valioso” cuente, como ocurre con el plan de eliminación de barreras, con su propio plan de comportamiento ante riesgos. “La idea es irlo teniendo y que esos criterios se apliquen a los edificios valiosos” y se haga “cuanto antes”.

Monumentos vivibles

La existencia de madera en muchos edificios supone un mayor riesgo en el caso de que se registre un incendio como el de ayer en Notre-Dame, pero Saiz aclara que en el caso de monumentos con muchos siglos de vida, es precisamente la conservación de los materiales y el tipo de construcción lo que da valor a ese monumento, algo que también valora la propia Unesco. “Es un valor para la humanidad y para la sociedad”, incidió Saiz.

El director general de Patrimonio abogó por buscar “un punto intermedio” en la gestión y conservación, intentando aplicar “los mejores cuidados y técnicas de conservación”, para lo que aclaró que existen mecanismos y productos desconocidos hace años y que permiten “mejores comportamientos” frente al fuego. “En eso estamos, no solo ante los materiales, sino también en relación al uso de estos edificios”, señaló.

Saiz instó a trabajar “con la adecuada seguridad”, algo en lo que tildó a Castilla y León como “referentes” con intervenciones como los planes del Románico. “No queremos convertir a esas piezas arquitectónicas en piezas de vitrina, sino que sean funcionales y vivibles” pero las nuevas tecnologías permiten “la manera más inocua posible en estos procedimientos” a la hora de conseguir “un adecuado punto intermedio entre la conservación y hacer que estos edificios sean vivibles”, concluyó.

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