Juzgan a una mujer por engatusar a un leonés por internet hasta fingiendo su muerte y sacarle 40.600 euros
Una mujer se sienta el próximo 8 de enero en el banquillo de la Audiencia Provincial de León acusada de un delito de estafa por presuntamente aprovecharse de la relación de amistad que entabló con un hombre quien acabó entregándole un total de 40.600 euros.
Según las calificaciones provisionales de la Fiscalía a las que ha tenido acceso este periódico, los hechos se remontan a enero de 2014 cuando la acusada contactó con un hombre, con residencia en San Andrés del Rabanedo, a través de un chat de internet.
A raíz de eso, ambos entablaron una relación de amistad y la procesada se aprovechó de eso y contó a su amigo que tenía problemas económicos y de salud y éste le realizó varios ingresos a su favor de enero de 2014 hasta febrero de 2015.
Al no recibir más ingresos y aprovechándose de la situación de vulnerabilidad de este hombre, por su enfermedad mental y su situación personal, la acusada ideó un plan para obtener más beneficios económicos.
De esta forma, la acusada le hizo creer que un magistrado de Madrid requería su ayuda por lo que consiguió que el hombre efectuara más ingresos en su cuenta corriente desde marzo a julio de 2015.
La procesada incluso llegó a fingir su muerte e hizo creer a este hombre, con residencia en San Andrés del Rabanedo, que había sido nombrado su heredero para hacerle pagar otras cantidades de dinero para tramitar dicha herencia inexistente.
En total este hombre le ingresó a la acusada un total de 40.600 euros.
Para el Ministerio Público estos hechos son constitutivos de un delito continuado de estafa por lo que pide para la mujer acusada una pena de tres años de prisión así como una indemnización en concepto de responsabilidad civil de 40.600 euros.
Entregó el dinero de forma voluntaria, dice la defensa
La defensa de la procesada se muestra disconforme con el relato efectuado por la Fiscalía y afirma que ésta conoció a este hombre en un chat de internet y que a raíz de eso comenzaron una amistad.
Además, reconoce que en alguna ocasión éste le entregó a su defendida dinero pero que lo hizo “de forma totalmente voluntaria” al manifestarle ella sus problemas económicos. Lo hizo, añade la defensa “voluntariamente y sin mediar ningún tipo de engaño ni plan preconcebido”.
Por otro lado, advierte que la investigada no conocía la enfermedad metal de este hombre porque nunca llegaron a conocerse físicamente y únicamente hablaban a través de internet.
