El ojo fotográfico de un chaval de 14 años que muestra la realidad de León
Tres abuelos ante la barra y unos cortos. Y todo lo que pasa cuando alguien echa mano a la tapina.
Es la fotografía de un chaval de 14 años que posiblemente esté mostrando con más fuerza la circunstancia de todos los leoneses y que ha sido segundo premio de la octava edición del Maratón Fotográfico Reino de León que ganó el fotógrafo Richard Le Manz. El jurado consideró que cinco eran dignas de destacar (se pueden ver aquí todas pinchando en este enlace) y Marcos Rodríguez, de 14 años mereció el segundo premio.
Y es verla, y es un fotón. No sólo por la elección del blanco y negro, que es una técnica que destaca los rasgos de los seres humanos en las fotografías (y siendo mayores aún fuerza más dramatismo) sino por la fortuna en la que la luz desde arriba le permiten capturar un momento que a punto está de arruinarse para presentar en un concurso. Sólo hay que ver cómo se ve la mano del hombre de la derecha de la fotografía, toda movida.
Un momento de esos 'clavaos' que tienen mucho que ver con el ojo del fotógrafo y la fortuna de la obturación que es evidente que a cualquier leonés de estos días le sugiere muchísimo más que la genialidad de las expresiones de los tres abuelos en un bar. Ningún leonés puede olvidar la 'Ley de la Tapa' y tampoco cómo se está envejeciendo cada vez más la provincia, de la que dicen que llegará a tener sólo 415.000 habitantes dentro de una docena de años cuando en el año 2010 éramos más de 500.000.
Cifras espantosas en las que se han perdido 34.000 habitantes en 6 años de 2011 a 2017 (a casi 6.000 personas menos al año). En 20 años una provincia pujante como la leonesa podría quedarse sin casi 90.000 personas, por no compararlo con los ochenta cuando estaba en 540.000... lo que significará, de cumplirse, que en 50 años toda una cantidad de habitantes similar a la ciudad de León podía haberse borrado del mapa... pero afectando sobre todo a las zonas rurales —la Región Leonesa ya ha perdido 150.000 habitantes desde que se incluyó en esta autonomía— en una provincia en la que más de la mitad de sus habitantes tendrían 65 años y estarían ya jubilados por esa fecha.
La fotografía se titula 'La intención'
La imagen, sacada por un joven que posiblemente tenga todas las papeletas para emigrar, muestra muchos matices sociales y antropológicos y el espectador lo mezcla con la melancolía de un mundo que se va yendo para siempre.
Pero la historia originalmente tuvo una 'intención', que es mostrar 'La intención' inmediata de sus protagonistas. Con unas caras que, por cierto, hacen prácticamente invisible la máquina que hay detrás porque el ojo del espectador se lanza a la línea oblícua hacia abajo que comienza en la faz que está a la derecha, más arriba en la foto, y llega al tercero de la izquierda... para rebotar hacia la mano que va a 'atacar' el pincho' y volver hacia arriba a las caras de los dos que observan la jugada.
Esa es una de las técnicas de la fotografía, el hacer que el ojo del espectador recorra la misma preguntándose una historia —precisamente la que exhibe el Museo de León este año, de Carmen Coque, tiene ese mismo efecto y es en blanco y negro también, es recomendable ir a verla en persona aunque la pueden visionar en este enlace donde se explica a su vez qué cuenta— y que él mismo componga si ahí hay de verdad 'pincho y paso atrás' o si están pensando los dos compañeros de barra que ven la jugada que es de 'tragaldabas'.
Claro, que puede ser que quien pagara las rondas fuera el que va a disfrutar de la tapina. A saber de verdad cuál fue la intención de Marcos Rodríguez al sacar este fotón. Eso queda a la opinión del lector y el espectador, que para eso puso el ojo.
