La ‘playa’ del Grano: la polémica obra en la plaza más emblemática de León

Plaza del Grano de León

Alba Mañanes

En León no hay playa, o al menos no la había hasta hace poco. Cuando no han pasado ni dos meses de su inauguración tras las polémicas obras llevadas a cabo por el Ayuntamiento de León, la nueva plaza del Grano presenta un aspecto que más se parece a un arenal y que dista mucho de la imagen previa a su remodelación, en la que destacaban sus tradicionales cantos rodados y por la que asomaba el tan característico verdín que brotaba por sus rincones.

Poco queda ya de esa imagen de la plaza más emblemática de León que podría denominarse ahora como 'playa' del Grano por la gran cantidad de arena que se acumula en el suelo, y en la que prácticamente ha desaparecido el verdín. Tan sólo puede verse en la parte más próxima al Convento de las Carbajalas y no se trata del verdín tradicional que presentaba el terreno y que crecía de forma tradicional, si no del resultado del germinado de una especie de césped.

Algunos de los establecimientos hosteleros, que gracias a la remodelación de la plaza, cuentan con más espacio para las terrazas, tienen que hacer frente a la arena y a la polvareda que ésta desprende regando la zona en la que se ubican mesas y sillas.

Muchos de los cantos rodados, fijados con cemento según el proyecto de la obra, también se han desprendido de su lugar y comienzan a aflorar las primeras calvas tras una remodelación que fue muy polémica y que ha costado a las arcas municipales 600.000 euros, diez veces el presupuesto inicial previsto, que se había estimado en 60.000 euros.

Obras polémicas desde el inicio

Los trabajos en la que era la plaza más emblemática de la capital leonesa y la única que conservaba el emparedado tradicional que un día cubrió toda la ciudad de León han estado sujetos a discusión desde el inicio.

Muchos leoneses, partidos de la oposición y asociaciones culturales se oponían al proyecto del Ayuntamiento de León, defendido por la concejala de Urbanismo, Ana Franco, porque temían que el resultado provocara que la plaza cambiara por completo su fisionomía, algo que finalmente ha ocurrido.

Pero la polémica no acabó aquí, el empleo de maquinaria de gran tonelaje, como camiones y excavadoras, también suscitó gran oposición por parte de la ciudadanía y de los partidos de la oposición. Tanto es así que las numerosas protestas lograron incluso sacar la maquinaria de la plaza del Grano y obligaron al Consistorio de la capital a comprometerse a continuar la obra con “métodos tradicionales” y “de manera casi artesanal” para evitar dañar más el empedrado.

No obstante, pasados los meses, y en el avance de los trabajos, cuando la oposición ciudadana se relajó, las máquinas de gran tonelaje regresaron de nuevo a la plaza del Grano para continuar con las últimas fases del proyecto.

Rechazo de Icomos

Todo esto, además del empleo de cemento en el proyecto de remodelación, llevó a Icomos, una organización dependiente de la Unesco para asuntos patrimoniales en España, a desautorizar los trabajos y a criticar al equipo de Gobierno municipal. Desde el Ayuntamiento han justificado las obras en la necesidad de mejora del propio empedrado, muy dañado por décadas de nula inversión en labores de mantenimiento y también por el acceso del tráfico rodado a la zona.

Otro de los argumentos del equipo de Gobierno de Silván era la mejora de la accesibilidad para lo que se han ensanchado las aceras perimetrales que en algunos espacios superan los tres metros y que se han 'comido' casi 300 metros de empedrado tradicional.

Una romería para estrenar la nueva plaza del Grano

Con todos estos cambios y después un año y medio de obras de remodelación, la nueva plaza del Grano se estrenó por todo lo alto el pasado 17 de junio con una fiesta popular en la que estuvieron muy presentes las tradiciones leonesas y que concitó a cientos de personas.

Hoy, después de poco más de un mes de esa inauguración, la plaza del Grano presenta un aspecto muy diferente.

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