Todo listo para el Entierro de Genarín, que volverá a salir de la plaza del Mercado del Conde
Quedan apenas unas horas para que León se rinda, un año más, al pellejero más famoso de todos los tiempos. Y es que, pese a que la previsión meteorológica no es demasiado halagüeña, el Entierro de Genarín volverá a recorrer las calles del casco histórico de la capital leonesa este Jueves Santo acompañado de miles de 'fieles' en una procesión que, seguro, volverá a ser multitudinaria.
La cita con la cara más canalla e irreverente de la Semana Santa de León es a medianoche, a las 00.00 horas y, por segundo año consecutivo, la comitiva saldrá de la plaza del Mercado del Conde ya que la plaza del Grano, tradicional punto de partida de la procesión, se encuentra en obras.
Desde ese punto, los pasos de Genarín, La Mocha y La Muerte continuarán por la calle del Conde Rebolledo, calle Cascalerías, plaza de Don Gutierre para enlazar desde allí con su recorrido habitual, incluyendo las tradicionales paradas en la calle de la Sal, plaza de la Catedral y carretera de los Cubos. Todo ello regado, como no puede ser de otra forma, con el tradicional orujo.
Genarín, pellejero y borrachín
El Entierro de Genarín recuerda la figura de Genaro Blanco, un conocido pellejero leonés, que falleció en la noche de Jueves Santo del año 1929. Un grupo de sus amigos, los llamados cuatro evangelistas, acordaron realizarle un homenaje aprovechando la tradición picaresca española.
Para ello se realiza un recorrido por el casco Antiguo de León que finaliza en el lugar del fallecimiento, atropellado por un camión de la basura. Llevan con ellos una corona de laurel de homenaje, previamente bendecida con orujo, y los alimentos fundamentales que atribuyen a Genarín: el citado orujo, el queso, el pan y una naranja.
La procesión fue prohibida en los años 50 y se retomó con la vuelta de la democracia. Desde entonces su crecimiento ha sido exponencial en cuanto a asistentes. Todos bajo algunos de los 'salmos' propios de la irreverente procesión: “Genaro, Genaro, es cojonudo” o el mítico “Cocacola asesina, el orujo al poder”.
