El etarra acusado del asesinato del comandante Cortizo en León en 1995 se niega a declarar

El etarra Sergio Polo (c), presunto asesino del comandante Luciano Cortizo en León, en el juicio. EFE/Zipi***POOL***

Se enfrenta a una pena de 122 años, aunque este jueves sentado en el banquillo de la Audiencia Nacional, el etarra Sergio Polo Escobes acusado del asesinato del comandante Cortizo en León en 1995, se ha negado a declarar.

En el juicio, celebrado este miércoles, y que continuará durante la jornada del jueves, el etarra está siendo juzgado por la muerte del comandante del Ejército de Tierra Luciano Cortizo, el 22 de diciembre de 1995 en León con una bomba-lapa. Entre los testigos y peritos que han prestado declaración en el proceso, ha comparecido el etarra Agustín Almaraz Larrañaga, condenado por un asesinato y por planear la muerte del exconsejero de Interior vasco Juan María Atutxa, y quien a pesar de que en 1995, reconoció ante un juez de la Audiencia Nacional que estaba en el comando de legales (personas no controladas por la policía) 'Basati' desde 1992 y que fichó a Polo para que formase parte de él, este miércoles durante el juicio ha declarado en varias ocasiones que “no lo recuerda”.

El etarra que presuntamente asesinó a Cortizo se sienta en el banquillo 23 años después del atentado, juzgado por colocar bajo el asiento del conductor del coche en el que viajaba el comandante con su hija los explosivos, siguiendo las órdenes de la jefa de ETA María Soledad Iparraguirre, 'Anboto' -en prisión en Francia-. La explosión costó la vida al militar y heridas de gravedad a su hija.

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