El desplome de ventas de prensa reconvierte los kioscos de León en tiendas de barrio

El famoso kiosco de San Marcelo cerró en julio de 2016 y aún no ha encontrado un concesionario para reabrir.

Jesús María López de Uribe

¿Que necesita una fotocopia? No se preocupe, posiblemente en el kiosco de su barrio pueda hacerlas. Y plastificar algo. Y comprar material de papelería: unas libretas y unos rotuladores. Y comprar pan de paso. Y bebidas, incluso vino. Y recargar el móvil. Y chucherías, o frutos secos. Y claro, como siempre tendrá chicles y cromos, pero también juguetes para los críos. Y lo más probable es que salga de allí echando un vistazo a las revistas y un ojo a los periódicos... pero sin comprar ninguno de éstos.

El descenso de la venta de periódicos y el desplome del de las revistas de papel es tan pronunciado en estos últimos diez años, que los kioscos de prensa tradicional están teniendo que reconvertirse de forma acelerada en tiendas de barrio. O cerrar. Los cierres más sonados en la capital leonesa son el del kiosco de San Marcelo y el de la Estación 'Provisional' de Ferrocarriles. Pero es que de los más de trescientos abiertos en la provincia en 2007 quedan unos 270.

Así, alguno de ellos, como el Kiosco Campo situado en la plaza de Guzmán de León, ha incorporado un estanco con cava de puros. Pero es que ya vende de todo, sobre todo bebidas y pan, aparte de chucherías y frutos secos. Hasta hace año y medio era el kiosco especializado donde uno podía comprar la prensa internacional en la ciudad. Su dueño, Mariano Duque Campo (un 'mítico' de los kiosqueros leoneses), explica que dejó de venderlos “porque no compensaba y además la distribución tardaba hasta tres días en traértelos” y afirma rotundamente que “en año y medio o dos” cree que dejará de vender periódicos: “La confitura y las bebidas se venden muchísimo más. Y el pan. Sin el pan la cosa iría muy mal”.

Los directivos de PrensLeón (la Asociación de Vendedores de Prensa de León que agrupa a 110 kioscos en León y 30 en El Bierzo) ya vaticinan un mal futuro para los denominados “a cuatro vientos”, los de las plazas de toda la vida. Según su presidente, Marcos García Fernández, “o se cambian a un local, aprovechando que están baratos, o no van a tener más remedio que cerrar: no se sostiene el negocio sólo con la venta de prensa y revistas. Que busquen y amplíen”. Recomendación que hacen extensiva a los demás kiosqueros. “O se amplia el negocio con ventas de otros productos o no se va a poder resistir, eso que lo tengan claro”.

La venta de barras de pan ha sustituido al periódico en el flujo de ventas de los kioscos leoneses.

En una hora en el kiosco de Marcos García, el Bam Bam de Daoiz y Velarde (entre las doce de la mañana y la una de la tarde) han entrado 36 clientes. La mayoría jubilados. Sólo tres jóvenes. De ellos sólo seis han comprado prensa o revistas: dos Diarios junto con el ejemplar de El Mundo (que se vende conjuntamente), un Marca, un País, y dos señoras mayores revistas del 'corazón'. 21 han comprado pan. Cuatro han hecho fotocopias. Dos han intercambiado novelas del oeste, uno ha hecho una recarga del móvil, otra ha comprado chucherías y otra ha preguntado por si han llegado los números de una colección de coches y de otra pulseras. A un niño en la sillita un abuelo le compra un juguete.

Sorprende la venta de pan. Pero al dueño no: “Sin la venta de pan muy posiblemente estuviéramos pasándolo muy mal”, reconoce. Y el dato es sorprendente: vende unos 90 kilos de pan al día, unas 180 piezas. El pan ha sustituido a la venta de periódicos. “Aquí vendíamos casi doscientos periódicos diarios, ahora si llegas a cien pues no está mal, y las revistas van peor aún”, apunta.

Los editores de prensa no ayudan

Una de las quejas del presidente de PrensLeón es que son los propios editores de prensa los que han hecho muy mal su trabajo. Que no sólo es la realidad de que la gente lea cada vez más los periódicos digitales. “Es que falta calidad del producto y, además, parece que los periódicos nos tienen como enemigos y no debería ser así, tenemos que ir de la mano. Nos necesitan y nosotros a ellos. Lo que está pasando ahora es incomprensible”, protesta.

Según él la caída de venta de ejemplares en los periódicos es de un 50% en nacional y un 30% en los provinciales. “El día que se vayan muriendo los jubilados y cierren los bares, ya los he visto con tabletas, adiós al negocio de la prensa”, se lamenta. Eso sí, él lo tiene claro: “Quienes más se han perjudicado son los editores y distribuidores de prensa, no han sabido tirar por ello. Es que no han sabido valorar la red de ventas. Están en otros asuntos y no cuidan su producto. Tienen lo que se merecen”.

Seis kioscos de prensa municipales, dos cerrados

El Ayuntamiento de León tiene concedidos cuatro de los seis kioscos municipales de los que venden prensa (los que se denominan “a cuatro vientos”), porque hay ocho más para otros cometidos en la ciudad (entre ellos la churrería Santa Ana en la calle José Aguado y otros de almacén o multiusos), según fuentes municipales. Precisamente uno de ellos, el de San Marcelo —que cerró en julio de 2016 tras decenas de años de historia—, continúa buscando concesionario y es el que ejemplifica lo que puede ocurrir con los que siguen abiertos: el del Juan del Enzina en Ramón y Cajal, el de la plaza de la Pícara, el de San Marcos, y el de la Inmaculada. El que falta, el de Puerta Obispo, llegó a abrir una pequeña temporada, pero lleva cerrado casi desde su construcción hace veinte años.

Los datos de ventas de periódicos diarios no son precisamente halagüeños. Según uno de los puntos de venta en pleno centro de León, la venta diaria no llega a cien periódicos leoneses al día. La media oscila entre 60 y 80 ejemplares del Diario (que cae a medio centenar en verano) y entre 10 y 15 de La Nueva Crónica. El nuevo medio semanal, El Día de León, vendería poco más de cinco ejemplares... a la semana. Respecto a las revistas, sólo resisten un poco las del 'corazón', y por poner un ejemplo, cabeceras del motor que antes se vendían casi por centenares no llegan a los cinco ejemplares al mes.

Las ventas de periódicos de papel en la provincia de León se desploman a niveles inferiores a 1984

La crisis de los kioscos tiene mucho que ver con la venta de periódicos de papel, uno de sus grandes ingresos diarios. Y es que la situación de la difusión de las cabeceras tradicionales es ya dramática desde hace unos años, con caídas, en el caso del Diario de León, de mil ejemplares cada año desde 2013. Y con una difusión muy pequeña por parte de La Nueva Crónica, casi cinco veces menos que el periódico decano de la provincia. Incluso sumados los dos periódicos se quedan en las cifras de ventas de hace 33 años del Diario de León.

En 1983 el Diario de León tenía unas cifras de difusión controladas por la OJD, la Oficina de Justificación de la Difusión, de 7.473 periódicos (el año anterior, 1982, el del Mundial de Fútbol de España, 5.331) y con la compra y posterior cierre de La Hora Leonesa, en 1984 se colocó en 11.218 ejemplares (13.001 en 1985 de media). A día de hoy, en octubre de 2017, el Diario de León está sobre los 9.000 ejemplares (en el promedio de OJD del último año baja de diez mil y de 9.500 de lunes a sábado, y mantiene su caída de unos 1.000 ejemplares al año) y La Nueva Crónica 2.000 (incluso llega a vender 150 menos los domingos que durante la semana según la OJD). Los dos juntos suman unos 11.000, por debajo de la media de 1984 cuando sólo el Diario se imprimía en la ciudad.

Es más, respecto a 2007, el año con más ventas de la Historia en periódicos de papel leoneses -según la Oficina de Justificación de Difusión (OJD), que es la que certifica estos números en españa-, con 26.439 ejemplares (16.090 del Diario y 10.349 de la desaparecida Crónica de León), el desplome es más que notorio. Diez años después, en marzo de este año la venta total de ejemplares, esta vez con La Nueva Crónica, ronda los 11.100. Esto supone un descenso de 15.300 periódicos al día, casi un 60% menos. Y tan sólo en 10 años. A 1.500 periódicos menos al año.

Caída libre en todos los periódicos de papel

Los números indican que la prensa de papel está pasando por un momento dramático. El Diario de León pasa de los 16.750 periódicos vendidos al día de media en 2006 a los 9.435 de los últimos datos de OJD en el mes de junio de este año (que se calculan en unos 9.000 a día de hoy, tres meses después). Se ha dejado más de 7.000 en el camino, una bajada de más del 43%.

Tal es la importancia de su disminución, que desde este año pasa de ser la segunda a la tercera cabecera tradicional de la autonomía, ya que La Gaceta de Salamanca le ha superado. En enero de 2017 el decano leonés sumaba 9.551 ejemplares y el salmantino 10.332. Incluyendo a El Mundo de Castilla y León en el conteo de periódicos de la comunidad autónoma (cuyo promedio de difusión el año pasado fue de 15.840 ejemplares) el Diario de León abandonaría el podio para caer a la cuarta posición. Más allá, la edición autonómica del ABC en Castilla y León tuvo una media de difusión de 4.950 ejemplares en 2016.

La Nueva Crónica obtiene unos datos de llegada al público de unos dos mil ejemplares al día, número que se ha venido manteniendo desde su primer año (2014) sin excesivas variaciones (cien arriba, cien abajo). La antigua Crónica-El Mundo León tenía una difusión en 2007 de más de 10.000 periódicos al día, y tras su separación con la cabecera madrileña y la vuelta a la cabecera tradicional de La Crónica de León cayó a los 5.000 que se vinieron sosteniendo hasta su cierre en 2013. El Mundo de León nació en 2008 con 7.000 ejemplares de media y cerró en 2012 con cuatro mil.

El Norte de Castilla, que nunca ha tenido una difusión más que testimonial en los kioscos leoneses pero que es el periódico autonómico con más alcance, también ha tenido un desplome dramático. Tanto, que vende casi ocho mil ejemplares al día menos... ¡Que en 1979! En aquel año su difusión era de 24.563 ejemplares y en marzo de 2017 se cifraba en 16.773, un 32% menos que hace 41 años. Cosa que se agrava aún más si se compara con su cénit de difusión, en el año 2000 con 38.714. Una caída de unos 22.000 ejemplares cercana al 60% de lo que vendía hace 17 años. Al Norte le ha venido peor que a ningún otro medio importante del siglo XX de España la autonomía de Castilla y León. Incluso su máximo competidor, El Mundo de Castilla y León, está a menos de mil ejemplares para sobrepasarle en difusión.

Drama en la prensa nacional

Respecto a los medios nacionales, el desplome es tan claro y evidente en estos últimos diez años que hasta se están preguntando los grandes medios si podrán seguir en papel y se habla de fusiones de cabeceras o de dejar el papel directamente. El País, que en 2006 difundía 466.000 ejemplares, hoy sólo consigue que lleguen al lector 180.000 (cuyas ventas en kiosco en toda España descendieron de las cien mil en marzo, con 96.660 ejemplares). El Mundo, de 330.000 a 99.000 (ventas en marzo de 2017 de 62.400). El ABC, de 234.500 a 81.800 (ventas al número, 56.500). La Razón, de 160.700 a 71.572 (43.750 vendidos en kiosco).

Por poner también un ejemplo de cómo está la prensa cercana a la provincia leonesa, aunque no se venda aquí más que de forma testimonial, La Voz de Galicia llegó a sus lectores de media al día en 2016 con 68.633 ejemplares, La Nueva España con unos 40.000 ejemplares, y El Comercio de Gijón 16.358. Hace diez años sus números eran de 101.763, 59.956 y 27.500 respectivamente.

Con estos datos, y con el aviso hace dos años de El País en que ya contaba que dejaría de publicar en papel, sólo es cuestión de tiempo saber cuántos de éstos medios dejarán de publicarse y venderse en los kioscos. Aunque el presidente de PrensLeón, Marco García, afirma que “es difícil vaticinar el futuro” cree que los nacionales dejarán de salir a la calle y que aguantará “uno de cada provincia”.

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