Los trabajadores consideran una “victoria moral” la sentencia que obliga a la matriz de Everest a devolver 15,5 millones

Protesta plantilla Everest

S.Gallo/ ICAL

Los trabajadores de Everest valoraron muy positivamente la sentencia conocida hace unos días por la que se obliga a la matriz del grupo editorial Everest a devolver un montante de 15,5 millones de euros a las tres compañías del grupo que se encuentran en proceso de liquidación. Según explicó el secretario de la Federación de Servicios de UGT, Enrique Reguero, se trata de una “victoria moral” para los trabajadores que en todo momento han defendido que tenían “razones más que suficientes” para ir a la huelga.

Reguero incidió en que si el dinero que indica la sentencia se ingresa, supondría la posibilidad de acometer la deuda con los acreedores y con los trabajadores, una deuda que supera los 25 millones de euros. “Con la venta de los activos, naves y este dinero, se podría conseguir abonar una gran mayoría de la deuda”, dijo Reguero, quien sin embargo aclaró que no se tiene constancia por el momento cómo se aplicará esta sentencia, siempre y cuando no se interpongan recursos ante este fallo. “Falta la confianza en que se devuelva ese dinero”, señaló Reguero.

“Las sentencias han sido muy claras, porque queda demostrado que por culpa de una ingeniería financiera de empresas dentro del grupo, se ha llevado a que varias empresas tuvieran una deuda que no era tal” y eso ha condicionado el cierre, lamentó Reguero. Aunque la familia apuntó a la huelga de los trabajadores como una de las causas que propiciaron la situación, el secretario de la Federación de Servicios de UGT negó este hecho porque “ellos han hecho todas las trampas posibles para crear el cierre y llevarse el dinero no sabemos dónde, porque es un dinero que ha desaparecido y es lo que ha entendido el juez”, declaró.

Una vez conocida esta sentencia, también se tuvo un recuerdo para los trabajadores, en especial aquellos que hicieron “un esfuerzo mayor” en toda la “lucha”, como fueron aquellos que hicieron la maratón, el que fue en bicicleta a Santiago de Compostela, el día del libro o las manifestaciones, iniciativas que permitieron hacer visible la problemática de una empresa con unos trabajadores que entendían que “teníamos razones más que suficientes para hacerlo”.

La empresa matriz del grupo editorial Everest, Grupo Everest Comunicación, fue condenada por el Juzgado de lo Mercantil de León a devolver 15,5 millones de euros a las tres sociedades del grupo que están en proceso de liquidación, al haber traspasado dos de ellas indebidamente parte de sus fondos a esta compañía. Además los cinco hijos del fundador del grupo editorial leonés, administradores de las tres empresas en concurso, han sido inhabilitados judicialmente durante dos años para administrar bienes ajenos por “agravar negligentemente la situación de las empresas”, y pierden sus derechos como acreedores concursales.

El juez de lo Mercantil censuró con dureza en las sentencias, que pueden ser recurridas, la tardanza en tomar medidas para evitar la quiebra de las sociedades y las irregularidades detectadas tanto por el administrador concursal como por el ministerio fiscal en la contabilidad de las compañías hoy en liquidación.

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